Cultura Más Vos recorre. Es imparable. Esta caravana del arte y la cultura no se detiene. El día a día con los chicos de las escuelas y las sonrisas que se van asomando en cada rostro al conocer nuevos juegos y tecnologías, resulta impagable. Esta iniciativa nació para tratar de aportar su granito de arena a cada niño. Intentar que cada uno se sienta feliz de participar de este programa. Encarar el desafío de dejar una enseñanza. 

El equipo que compone Cultura Más Vos tiene, en cada ciudad o pueblo, algunos ratos libres para recorrer nuevas calles y conocer personajes pintorescos. Esos personajes reconocidos, admirados y clásicos de cada localidad.

En Arroyo Seco el interlocutor fue Patricio Huerga, quien nació hace 52 años en dicha localidad. Y desde hace más de veinticinco se dedica a la natación para chicos y adultos con capacidades especiales.

Actualmente es el coordinador general del complejo integral “Los Tiburones”. Pasa todos sus días allí. Ayuda y aplica sus conocimientos para poder mejorar la motricidad de una gran cantidad de personas: “Hoy tenemos 200 personas discapacitadas junto a otras 200 sin discapacidad. Trabajamos con todas las edades: desde bebés hasta adultos. Nunca pensé que íbamos a llegar a esto. Es un orgullo”, confesó.

Si bien sus inicios fueron en la natación, nunca había tenido como alumnos a chicos discapacitados: “Yo tenía una escuela de natación convencional. Hasta que un día llega una mamá con un nene que tenía una parálisis cerebral. Ella quería que su hijo aprenda a nadar. El nene tenía 7 años y recién empezaba a caminar. Para mí era algo nuevo. Ese fue el primer gran cambio de mi vida”.

“Después de unos meses de trabajo lo pasamos a la pileta grande”, recuerda. Con lágrimas en los ojos, agrega: “La sensación de ese chico de pasarse a la pileta grande, no te la puedo describir. La cara de la madre cuando lo viene a buscar y en lugar de encontrarlo en la pileta chica lo ve en la olímpica. ¡Casi se desmaya! Lo encontró en la pileta grande, nadando. ¿Me entendés? Esa cara evidenciaba un montón de sentimientos: Asombro, miedo mezclado con alegría. Ahí hice un click y dije 'Qué lindo esto'.

Se entusiasma y no hay forma de pararlo. Sólo interrumpe la entrevista para saludar a sus alumnos que van llegando. Ellos son su debilidad: “Esto me llena el alma todos los días. Uno le enseñó a nadar a miles de personas pero esta sensación es superadora”, cuenta.

Cuando es consultado sobre las actividades que hizo con los chicos, se emociona y rememora: “En 1998 realicé la primer experiencia argentina de nado en el río con personas con discapacidad. Desde ese momento nos llaman Los Tiburones. Luego, en el 2003, hicimos la maratón a nado uniendo Santa Fe con Arroyo Seco. Otras cuatro veces partimos desde acá hasta Rosario. Pero el punto máximo fue en 2012: empezamos a nadar en Colón, provincia de Entre Rios, y llegamos a Paysandú, Uruguay. Unimos dos países nadando. Fue inigualable. Esta experiencia quedó plasmada en la película que se llama Abrazo de Agua”.

Durante toda la conversación resalta los valores y los sentimientos de los chicos. Para él, el compañerismo es lo más importante: “Es maravilloso verlos como interactúan y como se alientan. Hemos tenido experiencias magníficas. Yo vi a chicos con discapacidad alentando a chicos sin discapacidad a que naden, transmitiéndoles fuerzas para que lleguen a las metas. Lo que me pasa con ellos es imborrable”.

Patricio Huerga conversa con uno de sus alumnos.

Patricio está agradecido: “Los chicos me aportan más a mí que yo a ellos”, asegura. “Ellos me transmiten alegría, sonrisas. Y de las sonrisas pasan a los abrazos. Mucha ternura. La afectividad a flor de piel. Me conecto mucho con ellos. Esa mirada amorosa y afectiva que tienen. En una sociedad caracterizada por la competitividad, por el egoísmo y la envidia, ellos marcan la diferencia. No compiten, no son envidiosos y te muestran que hay un camino sobre lo afectivo”.

A pesar de tantos logros, mantiene el bajo perfil: “Cuando me entregan algún premio, siempre digo que no soy yo el premiado sino el proyecto colectivo”.

El entorno familiar es un factor que Huerga considera fundamental: “Sin los papas no hubiésemos llegado a ninguna parte. El rol de la familia es importantísimo. Necesitamos que los padres acompañen a sus hijos. Y lo más importante que hacemos es que disfruten con ellos en el agua. Nos ha dado muchísimos resultados”.

Como pocos, sabe lo que es el progreso a través del esfuerzo: “Con trabajo y perseverancia se logran cosas. Lo más importante es el recorrido y no el objetivo final. Nosotros somos los apoyos que los chicos necesitan para desarrollar cada acción. Los protagonistas son ellos. El logro más importante es haber interesado a todo el mundo y haber mostrado la capacidad que tienen las personas con discapacidad”, asegura. 

Además, confirma que durante su carrera se ha emocionado: “Lloré un montón de veces. La primera fue cuando vi por primera vez a mis propios alumnos nadando en el rio. También la primera vez que pusimos en el agua a un bebé con Síndrome de Down”, recuerda. 

Como si fuera poco, señala que el 11 y 12 de marzo se va a llevar a cabo la 12ª experiencia de nado en aguas abiertas: “Serán dos jornadas. Para los debutantes y para los bebes van a ser pruebas cortas. Para los más experimentados vamos a hacer una peregrinación a nado hasta la Virgen de San Nicolás. Partimos desde Arroyo Seco y llegamos hasta el santuario de la Virgen”, concluyó.