La V Cumbre de las Américas cerró hasta dentro de cuatro años sin unanimidad en la declaración final. Según declaró el anfitrión y primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, algunos países se negaron a firmar el texto, aunque no detalló cuáles. Con lo cual las expectativas que había para el cierre dejaron sin consenso ni conclusiones en común el encuentro. El tema de la disidencia fue Cuba.
Sin embargo, Manning sostuvo que "nunca antes se había alcanzado tal espíritu de cooperación", y aseguró que estaba "hablando por todos". El premier destacó que el momento inicial de la cumbre cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, habló de "una nueva dirección y un nueva visión de Estados Unidos" hacia el continente, y luego esta visión "se vio reflejada en una declaración equivalente del presidente de Venezuela, Hugo Chávez".
Junto a Chávez, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, serían los que se negaron a poner la firma al documento. Manning aludió a esos tres países porque antes de la cumbre mostraron mayores reticencias hacia la reunión y ya habían anticipado su voluntad de no firmar la declaración final.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner participó de la ceremonia de cierre en la residencia de Manning, a unos 10 kilómetros del centro de Puerto España. Luego, a las 13.30 subió al avión para regresar a la Argentina y tiene previsto llegar 19.45 al aeroparque Jorge Newbery.
El giro que Estados Unidos pretende imprimir a su relación con América Latina y su predisposición a abrirse al diálogo con Cuba dominó ayer un encuentro “educado” y “sin tensiones” entre el presidente Barack Obama y los 12 mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Sobre la flexibilización de la política de Estados Unidos hacia Cuba, Cristina aseguró: “Que Obama diga que su relación con Cuba cambiará justifica la Cumbre”.
Sin embargo, Manning sostuvo que "nunca antes se había alcanzado tal espíritu de cooperación", y aseguró que estaba "hablando por todos". El premier destacó que el momento inicial de la cumbre cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, habló de "una nueva dirección y un nueva visión de Estados Unidos" hacia el continente, y luego esta visión "se vio reflejada en una declaración equivalente del presidente de Venezuela, Hugo Chávez".
Junto a Chávez, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, serían los que se negaron a poner la firma al documento. Manning aludió a esos tres países porque antes de la cumbre mostraron mayores reticencias hacia la reunión y ya habían anticipado su voluntad de no firmar la declaración final.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner participó de la ceremonia de cierre en la residencia de Manning, a unos 10 kilómetros del centro de Puerto España. Luego, a las 13.30 subió al avión para regresar a la Argentina y tiene previsto llegar 19.45 al aeroparque Jorge Newbery.
El giro que Estados Unidos pretende imprimir a su relación con América Latina y su predisposición a abrirse al diálogo con Cuba dominó ayer un encuentro “educado” y “sin tensiones” entre el presidente Barack Obama y los 12 mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Sobre la flexibilización de la política de Estados Unidos hacia Cuba, Cristina aseguró: “Que Obama diga que su relación con Cuba cambiará justifica la Cumbre”.



