Con la mirada puesta en alcanzar los 3.500 socios, el Burgos –un humilde equipo ascendido a la segunda división española– lanzó una curiosa campaña publicitaria que involucra a dos hombres semidesnudos en un vestuario.
Los dos señores van camino a las duchas hasta que a uno se le cae la toalla de la cintura. Es ahí cuando le pone la mano en el pecho a su compañero, lo mira a los ojos y le dice: "¿Sabes lo que se me acaba de ocurrir?".
“Hacernos socios del Burgos y ver todos los partidos de nuestro equipo desde 119 euros”, responde el segundo.
El comercial despertó algunas polémicas en la web y, en rigor de verdad, esconde cierto tufillo homófobo, no tanto por lo dicho sino por lo que “no se dice”.