La máquina capaz de reparar corazones se llama Da Vinci, y aunque varios hospitales en el mundo vienen años usándola en otras cirugías, recién ahora se está poniendo a prueba para llevar a cabo delicadas intervenciones de corazón.

En Europa, por ejemplo, tan sólo la han usado para este fin Suecia y Finlandia, y esta semana se empleó por primera vez, en el hospital New Cross de Wolverhampton, en Reino Unido.

Los cuatro brazos robóticos de Da Vinci repararon un agujero en el corazón de Natalie Jones, una joven de 22 años, y los médicos que lo hicieron aseguran que esta operación fue incluso más segura que una convencional.

El motivo es que a diferencia de una intervención a corazón abierto tradicional, no es necesario cortar los huesos para abrir la caja torácica, dado que el robot puede realizar los cortes introduciendo sus herramientas entre las costillas del paciente.

Para llevar a cabo una operación de forma remota, los cirujanos reciben una imagen de alta definición en 3D del corazón del paciente y en base a ello mueven los brazos del robot mediante un panel de control.

Cada vez que el médico mueve su mano 3 milímetros, el brazo del robot lo hace en tan sólo 1 milímetro. "Hay menos dolor y los pacientes pueden volver pronto a su actividad normal", explicó a la BBC el cirujano Stephen Billing.