Eran las 12. Dos horas más tarde de lo previsto, por la lluvia y porque no dejaba de llegar gente, se cerraron las puertas de la Casa Rosada y terminó así el velatorio público del ex presidente Néstor Kirchner.
Entonces, las cámaras de Canal 7 cortaron la transmisión desde el Salón de los Patriotas Latinoamericanos y la empezaron a enfocar afuera, a la gente que esperaba bajo el agua que pasara el cortejo con el féretro del ex presidente hacia Aeroparque, antes de la partida para la morada final de sus restos en Santa Cruz. Adentro, la presidenta Cristina Kirchner se quedó con los más íntimos, sus hijos, familiares, amigos, y funcionarios. Ya fuera de la televisación en cadena, fue el tiempo de una despedida más íntima.
Antes, durante parte de la mañana del viernes y horas y horas del jueves Cristina recibió muestras de afecto, de respaldo, que se mezclaban con las voces que homenajeaban a Néstor.
Amor y respaldo
“La vida por vos Cristina, no aflojes”. El grito de una mujer mayor, apretando el puño y con los ojos repletos de lágrimas fue uno de los miles que emocionaron y despertaron aplausos en el velorio público y masivo del ex presidente que se realizó durante 26 horas en la Casa Rosada.
A las 9.50 del viernes, tras un desfile incesante de personas que continuó durante toda la noche, iban a cerrar las puertas de la capilla ardiente. A esa hora el helicóptero que llevaba a a la presidenta desde la residencia de Olivos acababa de aterrizar en Casa de Gobierno. Pero por la tormenta que podía complicar el traslado de los restos a Santa Cruz y porque seguía llegando gente, el fin de la ceremonia se demoró hasta el mediodía.
Así, los que siguieron entrando este viernes a la mañana llegaron a ver a la presidenta, con los mismos lentes oscuros que ocultaban sus lágrimas desde el día anterior, con la misma entereza con la que estuvo horas y horas junto al féretro del compañero de toda la vida.
Estaba con sus hijos, y rodeada de familiares, amigos y funcionarios. Y no paró de recibir el aliento del pueblo. "Fuerza Cristina", "No afloje, Cristina", eran los gritos que se repetían en medio de los sollozos de quienes iban hasta allí para expresar su dolor. Ella no dejó de saludar, ya no tan quieta al lado del cajón. Como si tanto amor le hubiera devuelto energías a pesar del lógico cansancio tras el trajín que vivió desde el miércoles a la mañana a esta parte. También llegó, en algún momento, un canto pensando en el futuro inmediato: "Borombonbon. borombonbon, para Cristina, la reelección".
Fue emocionante también el aplauso, el saludo del personal de la Casa de Gobierno. Otro momento de sensibilidad extrema fue cerca de las once, cuando un grupo de obreros ingresó a la capilla ardiente y revoleó sus casos verdes y amarillos en homenaje a Kirchner.
Aplausos, lágrimas, emoción fueron cosas que se sucedieron durante las 26 horas que duró el velatorio.
Eran decenas de miles de personas las que desfilaron para dar el último adiós a Néstor. Estaba programado que a las 10 se cerrara el velorio. Antes, los funcionarios y familiares más cercanos se acercaban al féretros, conmovidos como todo el mundo. Finalmente, despúes se supo que la presidenta había dado la orden de que el velatorio siguiera hasta las 12.
Entonces, siguieron pasando jóvenes que entonaron algún cántico o la marcha peronista. O uno de ellos que ingresó cantando el Ave María con una fuerte voz y que cerró con un: “Hasta la victoria, Néstor”. Cristina se levantó al escucharlo, sorprendida, y fue hasta él para tomarlo de las manos y agradecerle. Después se supo que se trató de Ernesto Bauer, un barítono (ver video más abajo).
Fueron miles de hombres y mujeres con llantos desenfrenados y hasta madres con sus hijos en brazos para despedir los restos de Kirchner y saludar a Cristina. A veces la presidenta se levantaba de su silla frente al féretro para consolar a alguno de ellos. El desfile fue impresionante en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos.
Chávez, Lugo, Lula; también el Lole
El jueves, a las 20.55, ingresó el presidente de Venezuela Hugo Chávez al salón de la Casa Rosada y le dio un estrecho y prolongado abrazo a Cristina, al que después se sumaron sus dos hijas, quienes viajaron con el líder caribeño. Chávez se abrazó también con Máximo Kirchner, con quien mantuvo una breve charla, y con el presidente paraguayo Fernando Lugo.
También se lo vio a esa hora en la capilla ardiente al senador nacional y ex gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann. Una presencia fuerte por su rol en el Partido Justicialista de cara a las próximas elecciones de 2011.
Más tarde llegó el brasileño Lula Da Silva, quien muy emocionado también se abrazó con la presidenta y sus pares. Estaba entre ellos el mandatario colombiano Santos.
El momento del Ave María (C5N):
El inicio de la ceremonia
Era el compañero de toda la vida. En la casa y en la militancia. Si todo un país está conmovido, cómo no ella. Cristina Fernández de Kirchner llegó cerca de las 11 del jueves a la Casa Rosada junto a sus hijos Máximo y Florencia. Viente minutos después ingresó al Salón de los Patriotas Latinoamericanos. Vestida con un traje negro y con lentes de sol, su tristeza era evidente. Tres horas estuvo la mandataria de pie junto al féretro de Néstor Kirchner –fallecido este miércoles en El Calafate–, luego se retiró del salón unos minutos a descansar a otro recinto y regresó para encabezar las exequias sentada al lado del féretro de su esposo .
Pasadas las 19 continuaba entonces la presidenta encabezando la muy emotiva ceremonia, sentada frente al féretro que de tanto en tanto le hacía una suerte de caricia. En varias oportunidades se levantó de la silla donde permanece para saludar a la gente que le expresa sus condolencias.
Entre exhortaciones a que tenga fuerza y aplausos, Cristina se abrazó con numerosas personas que ingresaron a la Casa Rosada para despedir a Kirchner. Entre ellos el músico Panchito Chévez, quien estaba desconsolado. Además, un joven se quitó su remera para entregársela, mientras otros le extendían las manos.
En su primer ingreso a la mañana, cada tanto parecía estar a punto de quebrarse. En esos momentos, Florencia se aferraba fuerte a ella. Fue emocionante el abrazo con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Entonces sí su llanto se hizo evidente. Después vino el abrazo con Hebe de Bonafini: "Sé fuerte, no llorés", le dijo la presidenta a la Madre de Plaza de Mayo. Después siguieron Aníbal Fernández y Hugo Moyano. Quince minutos después de su llegada de escuchó: "Fuerza Cristina", y ella asintió con la cabeza.
Los primeros presidentes latinoamericanos en llegar fueron el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa. Con ambos, que se quedaron un rato a su lado, se abrazó efusivamente. Después se sumaron el chileno Sebastián Piñera y el uruguayo José Mujica. Un poco más tarde el que entró fue Diego Maradona, que se quedó también muy cerca de la presidenta, luego de besar el cajón.
Florencia también tenía lentes oscuros. Máximo no. Y se le notaban los ojos rojos. El mayor de los hijos de Néstor y Cristina se ubicó en un segundo plano. La presidenta acariciaba de tanto en tanto el féretro cerrado. Mientras, seguía el desfile de miles de personas que querían dar el último adiós a Néstor.
En varios momentos, Cristina se acercó a la gente que entraba. Abrazaba a algunas personas y estrechaba su mano con otras. Su boca dibujaba una mueca de dolor. Pero parecía ser ella la que consolaba a los otros. Varias veces se llevó su mano derecha hacia el corazón cuando alguien le pedía: "Tenga fuerza, Cristina".
Con el correr de las horas, el rostro de la presidenta se fue aflojando y hasta en algún momento se podía adivinar una sonrisa emocionada, producto de la reconfortación por los gritos de homenaje a Kirchner y de aliento a ella.
El cajón está cubierto por la bandera argentina y también tenía un pañuelo blanco de las Madres, entre otras ofrendas que fue dejando la gente a la jefa de Estado. En el ambiente se respiraba emoción y congoja desde un principio.
A las 10 del jueves, cuando empezó el velatorio, Cristina todavía estaba en Olivos. Junto al féretro estaban Alicia Kichner, Aníbal Fernández y otros familiares y funcionarios, entre ellos el diputado Agustín Rossi y el gobernador bonaerense Daniel Scioli, eran el rostro del dolor.
La conmoción de adentro era reflejo de la que se vivía afuera, donde miles de personas esperaban en la cola para desfilar frente al féretro.
El desfile empezó a puro llanto de hombres y mujeres que sollozaban. "Viva Néstor", "vamos Cristina", se escuchaba. Un aplauso estruendoso siguió a esas primeras manifestaciones de los ciudadanos que entraban y salían, mientras los funcionarios permanecían quietos, firmes, sostenidos quien sabe por qué y cómo.
El público se organizaba en largas filas que por la tarde llegaban hasta la avenida 9 de Julio. "Fuerza Cristina", "Viva la Argentina y América del Sur", "No te me caigas", "Gracias por devolvernos la dignidad", "Vamos Cristina que podemos" y "La gente está con vos" eran algunas de las consignas que cortaban el silencio en el recinto y generaban aplausos e incluso cánticos entre los presentes, desde la marcha peronista hasta otros alusivos a Néstor.
","Primeras imágenes del velorio de Néstor Kirchner","true");Con el correr de los minutos apareció una consigna que se sumó a los gritos por el ex mandatario y los "aguante Cristina". "Andate Cobos, la puta que te parió", cantaban muchos de los que traspasaban la puerta de Balcarce 50.



