El delegado de los trabajadores de Metrovías, Néstor Segovia, una de las caras visibles del conflicto que tiene paralizado ese servicio en Buenos Aires, aseguró que su familia fue agredida por "la policía bonaerense" y una "patota de la UTA", el otro gremio que forma parte de la actual disputa. 

El ataque fue este viernes a las 7 contra un comedor comunitario que controla la ex mujer de Segovia, Noemí, en la localidad bonaerense de Moreno. Según la denuncia, destruyeron las instalaciones e hirieron con un balazo de goma a uno de sus hijos, de sólo 7 años.

Según el relato del delegado –integrante del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST)–, hasta allí llegaron varios desconocidos "con la excusa de concretar un desalojo" ordenado por un juez de Moreno, al que no identificó. Segovia dijo también que comenzaron a romper ventanas y las instalaciones del comedor.

Enseguida habrían arribado, siempre según su relato, varios patrulleros con al menos una decena de policías, quienes dispararon un balazo de goma a uno de sus ocho hijos, Elías, de 7 años, que impactó en uno de sus brazos.

Otro hijo, Ernesto, de 18, recibió un culatazo en el pecho por defender a su hermano Ezequiel, de 16, quien también habría sido agredido. Segovia denunció que, además de Noemí, su ex mujer, también recibió golpes su padre.

En conferencia de prensa realizada este viernes a la tarde, Segovia volvió a realizar la denuncia entre llantos y la dirigente del frente de Izquierda Unida, Vilma Ripoll, advirtió: “Si nos tocan a uno, nos tocan a todos”. También participaron de ese acto la diputado nacional Victoria Donda y otros delegados y trabajadores de los subtes, enfrentados al gremio UTA, que piden reconocimiento legal.