Susana Giménez formalizó su relación con Damián Popiloff,con quien asistió al recital de Julio Iglesias que tuvo lugar en el hotel Conrad de Punta del Este. Sin embargo, la noche feliz terminó a las piñas porque los custodios de la diva se enfrentaron con periodistas argentinos.
Según publicó el sitio Primicias Ya, tras el concierto, la pareja cenó con el cantante español, y terminó la velada pasadas las 4 de la mañana jugando en el casino del hotel más emblemático de Punta del Este.
Pero la noche se empaño cuando fotógrafos y cronistas de las revistas Caras, Gente, Pronto y Paparazzi trataron de tomar fotos de la pareja y recibieron amenazas, empujones y golpes por parte del personal del hotel.
Los custodios, según trascendió, emprendieron contra los fotógrafos ante la mirada atónita de Susana. Y una vez que la diva se despidió metiéndose en un ascensor, la vigilancia avanzó sobre el grupo de fotógrafos y les arrebataron por lo menos tres cámaras, que quedaron seriamente dañadas.
Un colega de la revista Pronto quedó en el suelo tomado por el cuello por un patovica mientras el resto lo golpeaban, continúa el relato en Primicias Ya.
Tal fue el caos que se generó que debió intervenir la policía. Entrada la madrugada, los reporteros se encontraban en la dependencia policial para entablarle una denuncia al servicio de seguridad del hotel, a cargo de un hombre que dijo llamarse Daniel Charabaru.
Según publicó el sitio Primicias Ya, tras el concierto, la pareja cenó con el cantante español, y terminó la velada pasadas las 4 de la mañana jugando en el casino del hotel más emblemático de Punta del Este.
Pero la noche se empaño cuando fotógrafos y cronistas de las revistas Caras, Gente, Pronto y Paparazzi trataron de tomar fotos de la pareja y recibieron amenazas, empujones y golpes por parte del personal del hotel.
Los custodios, según trascendió, emprendieron contra los fotógrafos ante la mirada atónita de Susana. Y una vez que la diva se despidió metiéndose en un ascensor, la vigilancia avanzó sobre el grupo de fotógrafos y les arrebataron por lo menos tres cámaras, que quedaron seriamente dañadas.
Un colega de la revista Pronto quedó en el suelo tomado por el cuello por un patovica mientras el resto lo golpeaban, continúa el relato en Primicias Ya.
Tal fue el caos que se generó que debió intervenir la policía. Entrada la madrugada, los reporteros se encontraban en la dependencia policial para entablarle una denuncia al servicio de seguridad del hotel, a cargo de un hombre que dijo llamarse Daniel Charabaru.
