¿Antros de perdición o paraísos de inocencia? Los locales bailables que permiten el ingreso de menores se convirtieron en la peor tendencia adolescente. Puertas adentro se vende alcohol a los chicos y ni siquiera se cumple la ley antitabaco. Afuera, suelen producirse desmanes, hechos violentos que terminan de la peor manera.

El último fin de semana, dos hermanos de 14 y 16 años fueron salvajemente golpeados a la salida de un boliche ubicado en Rioja 1975. La agresión reveló que sucede en la madrugada cuando los menores salen a divertirse y aunque esté prohibido en muchos negocios les venden alcohol.

En contacto con Radio 2, Susana –la madre de Matías y Emmanuel, los menores agredidos– denunció que Leizy el boliche en cuestión no sólo permite el ingreso de menores sino que también expende bebidas alcohólicas.

“Mis hijos salieron de un cumpleaños de 15 y se decidieron a ir a bailar sabiendo que no hay restricciones en el ingreso de ese lugar. Pagaron una entrada de seis pesos con la que tenían consumición como en cualquier otro boliche bailable”, dijo la mujer. Y agregó: “Con ese valor tenían una vaso de medio litro de cerveza y si pagaban dos pesos más tenían un porrón de litro”.

En tanto, cuando los chicos salieron de Leizy donde habían salido a bailar fueron interceptados por una patota de jóvenes que los siguió hasta Rioja y España donde los golpearon salvajemente. “Después de la paliza los dos tienen politraumatismos y heridas cortantes de trincheta en el cuero cabelludo”, lamentó la madre.

A pesar de tener todo el aspecto de un local bailable, el sitio de Rioja y Moreno no está habilitado como un boliche sino que se enrola debajo del rubro de bar. Por eso, el ingreso de menores no está prohibido, lo que no se permite es la venta de bebidas alcohólicas y el baile al interior del lugar.

Consultado por Radio 2, Henry Fabro, titular de la Dirección de Habilitaciones, señaló que “el lugar fue clausurado varias veces pero la situación no es fácil porque no siempre que los inspectores llegan encuentran a los menores con vasos de alcohol, es verdad, que muchas veces salen y se alejan de la barra cuando vamos a controlar”.

Sin embargo, según el testimonio de la madre de los jóvenes agredidos al interior de boliches como Leizy existen ciertos códigos que se utilizan para sortear los controles de la noche. “Cuando los chicos ingresan el personal del lugar recomienda que si bajan la música reaccionen de forma natural porque entonces significa que llegó el personal municipal para un control”, dijo la mujer.

Pero Leizy no es el único bar que tergiversa el rubro, son muchos los sitios donde a mitad de la noche la música elevada permite improvisar entre las mesas sin necesidad de una pista de baile. En casi todos circula de mano en mano el alcohol y en la puerta de la mayoría los robos y agresiones son moneda corriente. Eso sí, como en los papeles el rubro de habilitación es bar y no boliche el detector de metales no es obligatorio en el ingreso.

En tanto, para Fabro sólo “se trata de la mala aplicación de lo que esta habilitado, son bares con administración musical, la normativa establece que no deben bailar ni vender alcohol pero el ingreso de menores está permitido”.