Un equipo periodístico del programa de la TV Pública 6,7,8 denunció agresiones físicas de vecinos que realizaban un cacerolazo el viernes a la noche en barrios de la zona norte de la ciudad de Buenos Aires. El hecho fue repudiado este sábado por el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el diputado santafesino Agustín Rossi.

Fue el segundo ataque violento que experimenta un miembro de ese equipo periodístico. El viernes 25 de mayo, un camarógrafo del mismo programa denunció haber recibido "una trompada en la cabeza" de parte de un manifestante.

Este viernes a la noche, en el barrio porteño de Recoleta, un grupo que se manifestaba con cacerolas, agredió al equipo del programa 6,7,8, que tuvo que ser rescatado por la policía.

Las víctimas del ataque fueron el periodista Lucas Martínez, el camarógrafo Sergio Loguzzo y el productor Ezequiel Schneider, quienes se habían hecho presentes en la esquina de Santa Fe y Callao para cubrir una manifestación contra el gobierno.

Repudios

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, calificó la agresión como "cobarde y salvaje" y repudió los hechos.

"Esta salvaje y cobarde golpiza recibida por los periodistas de Canal 7 durante un cacerolazo del odio y la abundancia, llevado adelante por grupos que creen estar exentos de la ley, es una agresión repudiable", dijo el jefe de Gabinete.

“Estos grupos son los mismos que no quieren pagar por sus campos; los que no quieren cumplir la ley en el tema de la compra de divisas y son los que tampoco quieren cumplir la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual", añadió el funcionario.

El presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, también manifestó su repudio. “Nunca puede haber justificación para este tipo de hechos de violencia”, expresó el legislador.

El presidente del bloque también hizo un llamado a que “toda la dirigencia política y social del país exprese con contundencia su rechazo a acciones de este tipo que nos recuerda lo peor de la historia de los argentinos”.

“Las agresiones al equipo sufridas por el equipo de 6,7,8 constituyen un daño contra la libertad de expresión y de prensa en la Argentina”, concluyó.