"Prohibido fumar". Aunque el cartel estaba pegado en las paredes de todos los edificios públicos que funcionaron como centro de votación, hubo quienes a lo largo de la destempleada y tediosa jornada no se privaron de encender un cigarrillo para hacer pasar las horas. Pero no a todos les fue bien.
Es que en el centro de votación que se habilitó en la facultad de Humanidades y Artes una mujer se acercó para emitir su sufragio y se encontró sorpresivamente con la escena de que todas las autoridades de mesa estaban pitando en pleno acto electoral.
Enojada con la situación, ya que a partir de la ley antitabaco que rige en la provincia deberían haber salido a fumar al patio, la mujer decidió denunciar la situación.
En tanto, se hizo presente en la seccional 2ª, de esa jurisdicción, para dar curso a su queja.