La Policía Nacional de España desarticuló una red que introducía en la península ibérica mujeres argentinas para su explotación sexual en clubes nocturnos de las provincias de La Coruña y Zamora. Por el caso, los agentes policiales detuvieron a nueve integrantes del grupo y a diecisiete mujeres extranjeras en situación irregular.
La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil informaron además que en la operación se secuestraron más de 3.000 joyas, 213.780 euros y numerosas armas. Las investigaciones se iniciaron a raíz de las declaraciones de cuatro mujeres que habían sido trasladadas desde Argentina hasta España por los integrantes del grupo. Todas ellas contrajeron una deuda que tenían que saldar ejerciendo la prostitución y alternando con los clientes en los clubes propiedad de los responsables de la red.
Las mujeres eran captadas en Argentina y trasladadas a España con la promesa de obtener cantidades importantes de dinero en nigth clubs. Una vez convencidas, los captadores en origen les proporcionaban todo lo necesario para realizar el viaje.
Al llegar al aeropuerto madrileño de Barajas eran buscadas por el hombre de confianza de los propietarios de los locales, un taxista que trabajaba en exclusividad para uno de los clubes que se encargaba de trasladarlas directamente al establecimiento.
Una vez allí, la encargada del club informaba a las recién llegadas de las condiciones de trabajo y de las normas internas que debían cumplir y controlaba su actividad en el club, mientras que la mujer del propietario era la encargada de contabilizar el dinero que ganaban. En los clubes estaban sometidas a una férrea vigilancia y eran privadas de libertad de movimientos, coaccionadas y amenazadas.
En el club zamorano "El Elefante de Oro" fueron detenidos siete miembros de la red, además de nueve mujeres por estancia irregular. Los otros dos miembros del grupo fueron arrestados en el club "Zorba" de la localidad coruñesa de Carballo, donde la policía también detuvo a ocho mujeres por estancia irregular: siete argentinas y una paraguaya.
Fuente: EFE.