Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) demostraron, en modelos animales de ratón, que la inhibición farmacológica y genética de una proteína conduce a una reducción significativa de la reaparición del cáncer de mama y de las metástasis en este tipo de tumor.

De acuerdo a una publicación del diario El Mundo de España, el hallazgo sugiere que los inhibidores de la proteína Rank, que se utilizan actualmente en los pacientes con osteoporosis y metástasis ósea, pueden ser potencialmente útiles para el tratamiento del cáncer de mama.

Se descubrió que en los tumores precursoras de cáncer expresan altos niveles de esta proteína que provocan que este tipo de células sobreviva a los tratamientos y provoque metástasis.

“Este nuevo tratamiento actúa disminuyendo estas células madre, y las obliga a especializarse o convertirse en células menos agresivas. Es como convertir al rey en peón”, señaló la doctora Eva González Suárez, responsable de la investigación, el periódico español.