Un equipo del Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer de Salamanca (CSIC-USAL) en España ha descubierto una nueva “ruta de señalización”, desconocida hasta ahora y que es fundamental para el equilibrio del sistema cardiovascular, ya que cuando funciona mal provoca hipertensión y problemas cardiovasculares.

El equipo español ha descubierto una nueva ruta, activada por óxido nítrico y mediada por la acción de la proteína Vav2, que contribuye a la inactivación de una proteína clave en la regulación de la presión arterial, la fosfodiesterasa de tipo 5.

En condiciones normales, la acción del óxido nítrico y la ruta de Vav2 permiten inhibir la actividad de la fosfodiesterasa, dilatar los vasos sanguíneos y bajar la presión arterial.

La investigación, cuyos resultados se publican en el “Journal of Clinical Investigation”, está dirigida por Xosé R. Bustelo, que trabaja en el Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer de Salamanca (centro mixto del CSIC y de la Universidad de Salamanca-USAL).

“La clave es que hemos descubierto una nueva ruta de señalización que afecta directamente al funcionamiento del sistema cardiovascular. Hemos podido demostrar que la alteración de la función de elementos de esta ruta da lugar a problemas en la reacción de los vasos sanguíneos a óxido nítrico y, como consecuencia, al desarrollo de la hipertensión”, explica Bustelo.

Su equipo había demostrado hace dos años que ratones modificados
genéticamente que carecían de expresión de la proteína Vav2, una molécula implicada en respuestas inmunes y en el desarrollo del cáncer, presentaban un cuadro clínico similar al hallado en pacientes humanos con hipertensión. Además, estos ratones eran interesantes desde un punto de vista clínico, porque el desarrollo y la evolución de su enfermedad cardiovascular eran similares a los humanos.

“La anécdota de este estudio es que la fosfodiesterasa de tipo 5 es una diana
farmacológica de mucho interés en estos momentos porque, a través de su acción en la ruta del óxido nítrico, es responsable de procesos de dilatación de vasos sanguíneos que contribuyen a procesos de erección e hipertensión pulmonar. La Viagra es un inhibidor de dicha fosfodiesterasa. Por tanto, podríamos decir que Vav2 y la ruta de señalización ahora descubierta actúan a nivel fisiológico como análogos de la viagra.

De hecho, la hipertensión y enfermedad cardiovascular de estos ratones puede ser
tratada suministrando dicho fármaco a los animales”, comenta Bustelo.
Hasta ahora se conocen pocos ejemplos de desarrollo de hipertensión a raíz de la
mutación o alteración de un único gen. El hallazgo proporciona a la comunidad científica nuevas vías para atacar el problema cardiovascular a nivel farmacológico y, por tanto, para desarrollar nuevos fármacos contra esta enfermedad.

Los investigadores han comprobado que el desarrollo de la hipertensión en los ratones modificados genéticamente es progresivo en el tiempo, alcanzando máximos niveles en los ratones adultos. Además la evolución de la enfermedad conlleva la aparición de otras disfunciones paralelas halladas también en humanos, como procesos fibróticos en el corazón y riñón o alteraciones en la función normal de los riñones.

Finalmente, se ha demostrado que los problemas ocasionados por la supresión de la proteína Vav2, tanto a nivel cardiovascular como renal, pueden ser "fácilmente eliminados a través de la administración de medicamentos usados para el tratamiento de la hipertensión en humanos.

“Nuestro trabajo ha permitido ver que, en ausencia de Vav2 o de los elementos de la nueva ruta de señalización, el óxido nítrico no puede inhibir adecuadamente la
fosfodiesterasa de tipo 5, lo que da lugar a una dilatación defectuosa de los vasos
sanguíneos e impide bajar la presión arterial. Esto desencadena a su vez toda una
cascada de procesos que, en última instancia, contribuyen al desarrollo de un estado hipertenso y los cuadros clínicos asociados al mismo”, explica Bustelo.

Fuente: Servicio de Información y Noticias Científicas