Sorpendió lo emocionada –en el final de su discurso estaba al borde de las lágrimas– que se mostró a presidenta Cristina Kirchner durante el acto de inauguración de la nueva planta de la fábrica de calzado Grimoldi en Arroyo Seco. La invitación le había permitido mostrarse otra vez como una presidente de perfil industrialista, toda una respuesta a los productores agropecuarios que afuera realizaban un tractorarazo de protesta. En ese marco, Cristina exhortó a seguir “apostando a la producción” y anunció una nueva baja en la desocupación, que según dijo en el tercer trimestre de 2008 cerrará en 7,8 por ciento contra 8,1 del mismo período del año pasado. Además, aunque sin nombrarlos, hizo alusión a los incidentes en estaciones de trenes bonaerenses: "Incendiando no se resuelve nada".

En su discurso, la presidenta hizo una férrea defensa del modelo kirchnerista y dijo que era una “alegría” estar en Arroyo Seco no sólo porque se enccontró a “cientos de chicas y chicos jóvenes trabajando” en una Argentina “en la que hasta hace muy poco tiempo trabajar era casi ser un privilegiado”, sino porque además escuchó a “empresarios como el señor Alberto Grimoldi”.

La presidenta habló luego de, acompañada por el ministro del Interior y el diputado Agustín Rossi, recorrer la planta de Grimoldi. La caminata se hizo larga, sobre todo porque los trabajadores querían sacarse fotos y que les firmara autógrafos, algo que Cristina realmente pareció disfrutar.

También estaba el gobernador Hermes Binner, que habló antes de la jefa del Estado, que se mostró bastante fría y distante con él, a diferencia de la actitud que tuvo para con anfritrión.

Cristina puso a Grimoldi como ejemplo de los empresarios que apostaron al país cuando muchos vendían sus empresas, dijo saber que el también había recibido importantes ofertas por su firma y en ese sentido lo ubicó como paradigma del hombre de negocios del modelo kirchnerista.

No sólo eso: también lo felicitó por entender que “el trabajo bien remunerado da mejor calidad a sus productos y permite a través de la capacitación de su personal agregar muchísimo valor”. Y se vanaglorió de ser la segunda presidenta que visita una fábrica de Grimoldi: el anterior había sido Juan Domingo Perón. “No creo en casualidades y menos en la economía. Kirchner me va odiar por esto”, ironizó.

Cristina dijo que “hoy los argentinos tienen el mejor salario mínimo y medio” de toda la región y elogió otra vez en e se sentido a empresarios como Grimoldi.

En ese marco, la presidenta se vanaglorió por la baja que anticipó en la desocupación. “Esto significa que miles de trabajadores han encontrado un trabajo, además del crecimiento del trabajo registrado que también significa calidad de trabajo y calidad de vida”, enfatizó.

Y defendió, sin mencionarlas, sus últimas medidas económicas, como el pago de la deuda con el Club de París. “Estamos dando todos los pasos para volver a poner a Argetina en el mundo; pero no para construir un país de servicios y capitales que venían sólo a especular. Queremos financiamiento para producir, no para especular. Esa es la clave de nuestro modelo”, afirmó.

Cristina Kirchner volvió a cuestionar los diagnósticos económicos elaborados en el exterior.

"Hubo momentos en los que se cometió el error de prestar atención a los cantos de sirena, de creer más en lo que nos dicen desde afuera que en lo que sabemos desde adentro", sostuvo.

Sí, Cristina tuvo un sutil párrafo para los que protestaban afuera, a los que unió con los que ayer quemaron trenes en el Gran Buenos Aires. “Vamos a seguir apostando a la producción. A los jóvenes, tienen que saber que un país se construye con el esfuerzo de todos. Agraviando, descalificando, incendiando, nadie resuelve nada”, enfatizó.

Binner

Antes de Cristina, Binner resaltó los comités mixtos de higiene y seguridad que creó por ley la Legislatura como un aporte para mejorar la relación entre trabajadores y empresarios y no se quiso quedar afuera de la ola industrialista: "Santa Fe no quiere exportar sólo porotos de soja o ccuertos para importar cintos; quiere integrar todo el encadenamiento productivo".