Y eso que no se tomaron todo el vino. Dos delincuentes que fueron a hacer el cuento del tío –se hacían pasar por electricistas– para entrar a robar a un departamento del centro de la ciudad de Córdoba desistieron al descubrir que su víctima era la madre del cuartetero Carlos la Mona Giménez.

Esilda Rufino de Jiménez, de 73 años, madre del popular cuartetero, vive en un edificio de la calle San Martín al 300, en pleno centro de la ciudad de Córdoba. Los ladrones lograron ingresar al departamento simulando ser técnicos que estaban realizando un control sobre el funcionamiento del portero eléctrico. "Yo les abrí la puerta, como una otaria, inocentemente, caí en la trampa. Me ataron, me amordazaron y no me dejaron hablar", relató la mujer a la prensa, y aclaró que no fue golpeada.

"Como no me dejaban hablar, les dije «un ratito», me sacaron el pañuelo y les dije que había pagado todo, alquiler, todo, así que no tenía un peso ahora. Les decía que se vayan, les juré por mis hijos que no tenía nada", relató la mujer.

Rufino aprovechó ese instante para contarle a los asaltantes que era la madre de la Mona y les señaló fotografías que tenía en su departamento.

Los ladrones ingresaron al edificio haciéndose pasar por operarios que reparaban el portero y Rufino les creyó porque "la administración nos había dicho que iban a venir a arreglar los cables".

Los delincuentes escaparon con un manojo de llaves y la tarjeta magnética de ingreso al edificio, precisaron fuentes policiales.