Ahora sí. Después de la tragedia de la ruta 11, una más en un camino del norte santafesino que fue escenario en los últimos meses de varios choques con saldo luctuoso, el gobierno provincial anunció que instalará controles en todos los peajes de la provincia para verificar que los choferes estén en condiciones físicas de manejar, no como –según los testigos que lo vieron ir en zig zag en plena recta– el camionero que chocó con un colectivo en un accidente en el que fallecieron doce personas, entre ellas nueve chicos de un colegio secundario de Buenos Aires.

La tragedia tuvo repercusión nacional y generó que el propio gobierno porteño pidiera que se investigue en profundidad lo sucedido. La administración de Jorge Obeid reaccionó anunciando controles intensivos en las rutas de la provincia, decisión que surgió de una reunión de gabinete a la que el mandatario había convocado inicialmente para analizar cómo encarar los últimos tres meses del año con su equipo y que se transformó en escenario de debate sobre qué hacer ante los recurrentes accidentes en las rutas de la provincia.

Quien ofició de vocero luego de la reunión de gabinete fue el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, quien informó que su área a través de la policía y el Ministerio de la Producción –del que depende la Subsecretaría de Transporte– implementará un control intensivo en los 16 puestos de peaje que hay en toda la provincia.

El ministro cree que esta presencia "desalentará prácticas irregulares" de choferes que no están en condiciones físicas para manejar o que tienen sus vehículos en una situación no apta para circular en rutas. 

Por su parte, el gobernador Jorge Obeid, que más tarde estuvo en Rosario y habló en vivo con De 12 a 14, descartó la posibilidad de reflotar la disuelta Policía Caminera y dijo que se debe realizar una apuesta doble: por un lado al control intensivo que mencionó Rosúa y por el otro a la educación para que haya "autocontrol", que según él es "lo que mejor funciona".

El gobernador opinó que los controles seguro generarán "resistencia como pasó con los radares", pero afirmó que "a la luz de los hechos no hay otra alternativa".

Obeid opinó que el problema es que en los últimos años se ha cuadruplicado la cantidad de autos en el país, pero las rutas son prácticamente las mismas. Y dijo que en ese sentido Santa Fe es una de las provincias que se lleva la peor parte, porque es una de las más extensas y también de las más transitadas.

Además, volvió cargar las tintas sobre los colectivos de dos pisos, que para el gobernador no sólo demostraron ser "inseguros" sino también "endebles".