Diecinueve jóvenes condenados por la Justicia española por su pertenencia a agrupaciones vinculadas con ETA y consideradas terroristas fueron detenidos en la ciudad vasca de Bilbao. La policía debió sacarlos de a uno y por la fuerza de un edificio en el que se habían encerrado junto a dirigentes separatistas.

Los jóvenes detenidos –y otros cuatro que ya habían sido apresados con anterioridad– pertenecen al movimiento Segi, vinculado a numerosos hechos de violencia callejera y parte del ilegalizado partido Batasuna. Todos habían sido condenados el 19 de enero pasado por el Tribunal Supremo español.

Los que aún permanecían en libertad se habían reunido con el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y otros dirigentes y simpatizantes del separatismo vasco en el frontón de la Esperanza de Bilbao, donde luego se encerraron advirtiendo que no saldrían solos y que la Policía debería sacarlos por la fuerza, como ocurrió.

Después de que los efectivos detuvieran a los condenados sin que se registraran más incidentes que los gritos de más de 650 personas reunidas en el lugar, los dirigentes de Batasuna salieron del frontón. Antes, los apresados convocaron a una jornada de lucha de la juventud vasca para el 10 de febrero.

Las detenciones se concretaron después de una masiva marcha realizada en Madrid contra de una negociación del gobierno con ETA.