El delantero de Rosario Central Ángel Di María se convirtió en un jugador codiciado luego de su gran actuación en el mundial sub 20 de Canadá, certamen  en el que se consagró campeón con la selección argentina. Y los clubes interesados en sumar al juvenil no sólo son del exterior, sino que en esa lista se encuentra Boca Juniors. Pero el presidente de la entidad de Arroyito, Pablo Scarabino, echó por tierra con las posibilidades de que el Hueso se calce la casaca azul y oro: "Di María no se vende dentro del país" sentenció el directivo.

“La intención de Central es no venderlo fronteras adentro”, dijo de manera contundente el mandamás canalla en declaraciones a radio La Red, luego de reconocer que recibió un llamado de un intermediario que lo informó sobre un documento de los xeneizes para cerrar el pase cuanto antes.

El máximo dirigente del club auriazul agregó que Di María todavía no tiene cotización porque nunca se pusieron a pensar en su transferencia, aunque en realidad debería comenzar a hacerlo: la prensa inglesa aseguró que Arsenal de ese país quedó encantando con el nivel del talentoso zurdo en el certamen ecuménico, y que en las próximas horas podría llegar a las oficinas de calle Mitre un fax con una oferta concreta que rondaría los 5 millones de euros.

De concretarse esta versión, Scarabino y compañía quedarían en un brete: por un lado pensarán en que el equipo se desmantelará ofensivamente sin su joya, pero por el otro se les hará difícil mirar hacia un costado con semejante monto listo para engrosar las flacas arcas de la institución. Igual, lo primero que deberán hacer en caso de que arribe al club un fax con membrete escrito en inglés será telefonear rápidamente a sus pares de River: los millonarios tienen la prioridad de compra sobre Angelito, algo que pactaron cuando se concretó la triple venta de Ruben, Villagra y Ojeda a Núñez. Allí, Aguilar decidirá.