Según estudios recientes, las personas con discapacidad constituyen hasta un 20% de la población pobre de los países en desarrollo y casi una de cada 10 personas vive con una discapacidad en todo el mundo. La Organización de las Naciones Unidas señala que “aunque se han formulado numerosos compromisos para incluir la discapacidad y a las personas con discapacidad en el desarrollo, el desfase entre la política y la práctica sigue siendo amplio”.

Para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), es fundamental integrar a las personas con discapacidad en todas las actividades de desarrollo. Sólo mediante la inclusión de las personas con discapacidad y sus familiares será posible alcanzar los ODM. Esta inclusión permitirá, a su vez, a las personas con discapacidad y a sus familiares aprovechar los frutos de las iniciativas de desarrollo internacional. Los esfuerzos por lograr los ODM y aplicar la Convención son interdependientes y se refuerzan mutuamente.

Muchas personas con discapacidad siguen encontrando obstáculos para participar en sus comunidades, y a menudo se ven forzadas a vivir al margen de la sociedad. Con frecuencia están estigmatizadas y discriminadas, y suelen verse privadas de derechos básicos como el derecho a la alimentación, la educación, el empleo y el acceso a servicios sanitarios y de salud reproductiva. Muchas personas con discapacidad también son internadas en instituciones contra su voluntad, lo que constituye una vulneración directa del derecho a circular libremente y el derecho a vivir en la comunidad propia.

La rehabilitación basada en la comunidad es un método para integrar a las personas con discapacidad en el desarrollo, que está cada vez más generalizado y ya se practica en más de 90 países de todo el mundo. Se trata de un enfoque que forma parte de la estrategia general de desarrollo comunitario destinada a reducir la pobreza, promover la igualdad de oportunidades y lograr la participación de las personas con discapacidad en la sociedad.

Se trata de un enfoque flexible, dinámico y adaptable a diferentes condiciones socioeconómicas, territorios, culturas y sistemas políticos de todo el mundo. Abarca aspectos tales como acceso a atención sanitaria, educación, medios de subsistencia, participación en la comunidad e inclusión. El empoderamiento de las personas con discapacidad y de sus familiares son elementos clave de un buen programa de rehabilitación basada en la comunidad.

La rehabilitación basada en la comunidad sirve de vínculo entre las personas con discapacidad y las iniciativas de desarrollo. Se aplica gracias a los esfuerzos combinados de las personas con discapacidad y sus familiares, organizaciones y comunidades, y las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales pertinentes que trabajan en el sector del desarrollo. Este enfoque, con el cual se procura garantizar la inclusión de las personas con discapacidad en las iniciativas de desarrollo, se considera cada vez más un elemento esencial del desarrollo comunitario. A través de la acción comunitaria, empodera a las personas con discapacidad, de forma individual y en grupos, para ejercer sus derechos y promover el respeto por su dignidad inherente, garantizándoles los mismos derechos y oportunidades que a los demás miembros de la comunidad.

Este año, se podrán estudiar más a fondo nuevas ideas y posibilidades para utilizar la rehabilitación basada en la comunidad como instrumento para aplicar la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y disposiciones legislativas nacionales similares y lograr unos Objetivos de Desarrollo del Milenio inclusivos, así como para poner de manifiesto la importancia fundamental de la inclusión y la participación de las personas con discapacidad y de su contribución al desarrollo de sus sociedades.

Fuente: ONU