Diego Armando Maradona se sacó la camiseta con la que alentó a la Selección el viernes, ante Serbia y Montenegro. Recuperó apenas la voz, desgajada por los seis gritos y el aliento a Tevez y Messi. Se enfundó una camisa blanca y marchó hacia Stuttgart, donde comentó para el canal Cuatro español la sufrida victoria del equipo de Aragonés sobre Túnez. Ya lo había hecho anteriormente cuando le tocó hacer lo propio con la goleada de La Furia sobre Ucrania. Diego se calzó los auriculares y el micrófono, al mejor estilo La Noche del Diez, y se sentó en uno de los palcos de prensa del Gottlieb Daimler Stadium. Desde allí opinó sobre la sorpresiva victoria parcial de Túnez. El empate de Raúl, a los 26 minutos del segundo tiempo, y los dos goles del Niño Torres que le dieron el pase a octavos de final a España.