La ciudad de Nueva York difundió el viernes 19 llamadas de víctimas del 11-S, entre ellas la de un responsable antiincendios de la compañía privada de seguridad OCS, cuya información no pudo llegar a los servicios de asistencia médica por el colapso de las comunicaciones, informó este sábado el diario The New York Times.
La conversación de Larry Boisseau, seis minutos antes de derrumbarse el edificio desde el que llamaba, ha sido la única que se ha conocido íntegramente por ser un responsable del servicio antiincedios, mientras que en las llamadas de otras personas sólo se han revelado las respuestas de los operadores telefónicos.
The New York Times y algunos familiares obtuvieron las transcripciones tras las demandas judiciales presentadas hace cinco años, aunque las conversaciones de los particulares no han sido difundidas para preservar su intimidad.
Según la versión digital del diario neoyorquino, las llamadas prueban tanto el valor de algunos de los comunicantes aquel día, como la incomunicación entre los distintos servicios de emergencia, que contaban entonces con sistemas operativos de comunicaciones diferentes.
Para el diario, el número de emergencia 911 no fue capaz de despachar la orden de evacuación que hubiera podido salvar vidas, emitida en el lugar por los jefes de los equipos de bomberos.
Según las transcripciones conocidas, añade el diario, los comunicantes tuvieron que explicar su situación en múltiples ocasiones mientras sus llamadas eran pasadas de los operadores de la Policía a los equipos de atención médica.
Boisseau, que pasó gran parte de aquella mañana atendiendo a las víctimas y salvó a decenas de niños de una guardería situada en la planta baja del World Trade Center, hizo su última llamada desde la recepción de la torre sur para pedir asistencia médica.
En esa última conversación, Boisseau indica pausadamente a la operadora "tenemos heridos en la entrada del edificio 2 del World Trade Center, necesitan asistencia, están en la parte sur, no podrán llegar (los equipos) por ese lado, está todo lleno de escombros en el exterior".
El diario indica que mientras esperaba en línea, sonaba el tono del teléfono de emergencias médicas hasta que finalmente el operador de la Policía reconoce que "no contestan".
El responsable de incendios de la empresa privada de seguridad responde entonces "bueno, tal vez pueda usted seguir intentándolo. Le daré la información" y concluye la llamada con el operador deseándoles suerte, instantes antes del colapso del edificio en el que murió con 36 años.
Fuente: EFE