Si la misión es rehabilitar, el fracaso está garantizado. Las diputadas provinciales de la comisión de Derechos y Garantías, Mónica Peralta y Alicia Gutiérrez, describieron este jueves tras visitar la cárcel de Coronda la “condición infrahumana” que viven los internos de los pabellones de máxima seguridad que, según precisaron, “violan los derechos humanos más elementales”.
Las legisladores precisaron en su denuncia que en el pabellón Nº 7 de Castigo “las celdas carecen de sanitarios, colchones, frazadas y agua; la basura cubre el piso del pabellón, y las paredes denotan suciedad antigua”.
“No hay luz ni ventilación, comen con las manos, directamente en el piso”, agregaron en su informe en relación a ese pabellón que debería ser un lugar transitorio pero en la práctica “es permanente para algunos internos que permanecen entre 5 y 12 meses”. Descripción que avalaron con fotos tomadas.
Gutiérrez, del ARI, y Peralta, del radicalismo frentista, mencionaron además que “los internos denuncian malos tratos y apremios” y aseguraron que los profesionales dijeron haber elevado informes de la situación al correccional, al director de la Unidad y luego al Director General.
Las diputadas denunciaron esta situación como “violatoria de los derechos humanos más elementales, donde el lugar de reclusión, en vez de ser un lugar de rehabilitación, se transforma en un espacio de profundización de las causales del delito”.
“El Director General, el Ministerio de Gobierno, la Secretaría de Derechos Humanos, el Juez de Ejecución del Juzgado de Coronda: ¿Nunca visitaron el Pabellón de Castigo?”, se preguntan.