El joven que cometió el atroz doble crimen de Alberdi se habría escapado poco antes de la tragedia de una clínica psiquiátrica. Adriana Camporini, la fiscal de la causa, aseguró que el agresor –que además de matar a su hermano y un vecino hirió a su mamá y dejó en grave estado a una vecina– "el mismo día del hecho había estado internado en una institución privada de la ciudad y se escapó de allí".

En diálogo con Luis Novaresio (Diez puntos, Radio 2), Camporini confirmó, además, que ni el joven ni la madre se encuentran en condiciones de prestar declaración: el primero por su estado mental y la segunda por encontrarse aún en estado de shock. "Sólo tres personas estaban en la casa, los vecinos no saben nada de lo que ocurrió puertas adentro", planteó, en alusión además al hermano fallecido. Por lo que no se pedirán medidas hasta tanto no se tenga información detallada de cómo se dieron los hechos.

La funcionaria judicial sostuvo que todo indica que el joven "tenía algunos problemas, depresión", pero que la situación mental del agresor no hacía suponer que se iba a desarollar una situación como la que finalmente se dio. "Tengo análisis para ver si estaba bajo efectos de alguna sustancia", confirmó. Aclaró que "ante conductas como esta no podemos descartar nada".

Camporini detalló que la causa se caratula "doble homicidio" pero que, según la evolución de la vecina atacada, quien continúa internada en estado delicado y con respirador artificial, se podría agregar "lesiones gravísimas" o "tentativa de homicidio".

Consultada sobre los informes que indicaban que el joven había declarado "ser Dios", Camporini admitió que el agresor "puede tener algun delirio místico" aunque aclaró que "son los psiquiatras los que van a poder determinar cuál es el estado mental del chico, que físicamente está bien".

Un caso que conmueve a la ciudad

En la madrugada de este miércoles, una tragedia ocurrió en Alberdi. Más específicamente en la calle Marull al 200. Estanislao R. asesinó de cuatro puñaladas a su hermano Nicolás, dos años mayor. También atacó a golpes a su madre, a quien mordió en forma salvaje en el rostro.

Además, tomó el auto, atravesó el portón de la casa vecina, se bajó y mato a su vecino de 84 años quien habría salido a la vereda al escuchar los gritos de los vecinos. A la hija de éste también la atacó y le causó importantes heridas.

Durante los ataques, el agresor gritaba que era Dios, según consta el acta policial. Debió ser llevado, junto a sus víctimas, al Heca dado que presentaba una herida de arma blanca en el tórax.

El juzgado de Instrucción Nº13 y la división Homicidios de la policía provincial continúan investigando el móvil de los ataques y los crímenes.