Mientras en la contramarcha del Obelisco, los oradores de los movimientos sociales kirchneristas cargaron contra “la lacra del proceso” que se encolumnaba detrás de Juan Carlos Blumberg y cerraron sus discursos con un “hasta la victoria siempre, compañeros”.

Al mismo tiempo, a unos metros de allí, en la Plaza de Mayo, miles de personas esperaban la llegada de Blumberg. Cuando éste finalmente arribó, se entonó el Himno Nacional. A su término, una voz gritó: “Viva la Patria”. Y con un castrense “viva”, respondió el coro de asistentes. Entre ellos una pancarta rezaba: “En el pasado teníamos más seguridad”.