Central tiene técnico nuevo, plantel en acción y dirigentes moviéndose en el mercado de pases. Y en esta última arista del presente auriazul, hay dos nombres que picaron fuerte pese a estar "tapados" hasta esta difusión: Héctor Bracamonte y Augusto Álvarez.

El primero es aquel delantero corpulento surgido en Boca Juniors, que ya tiene 34 años y que tiene una prolongada carrera forjada en el fútbol ruso. De hecho, jugó este último torneo en Rostov de aquel país, está hoy en Argentina y Central ya le manifestó su deseo de contar con sus servicios. De hecho, Russo lo llamará en las próximas horas.

El otro es el volante Augusto Álvarez, mediocampista de Sportivo Desamparados de San Juan. En realidad, su pase no pertenece a esa entidad, sino que es propiedad del propio jugador, quien ya había estado anotado en la carpeta canalla en tiempos de Pizzi. Hoy su chance de recalara en Arroyito es factible.

Por lo demás, no surgieron novedades en torno a otras gestiones, pero se supone que Russo les elevará más sugerencias para suplir las carencias que observe en estas primeras prácticas.