Tras un par de temporadas donde el objetivo autoimpuesto fue el de ganar el "campeonato económico", Rosario Central se decidió ahora a romper el chanchito –en rigor, cuenta con el apoyo de un grupo inversor– y salió a comerse el mercado para evitar cumplir dos décadas de sequía en el fútbol local. Claro que justamente la presencia del grupo inversor generó una crisis inesperada que terminó con la salida del técnico Leonardo Astrada a diez días del inicio del torneo.

 

Central dio el primer zarpazo en el mercado de pases con la incorporación del delantero costarricense Paulo César Wanchope, quien luego de varias idas y vueltas finalmente estampó la firma que lo une a la entidad de Arroyito por los próximos dos años.

 

La Cobra , que viene de jugar el Mundial de Alemania con su selección –le marcó dos goles al local en el encuentro inaugural–, llega para ocupar el lugar del delantero de peso que desde hace rato se reclama en Central.

 

La segunda alta de jerarquía se produjo con la vuelta del Kily Christian González. Con no menos suspenso que Wanchope, el ex volante de la selección regresó al club donde surgió y del cual es hincha. Y al igual que el delantero, el primer objetivo es alcanzar una óptima forma física, con la que seguramente será una pieza vital en el andamiaje canalla.

 

Pero no son los únicos que se sumaron al plantel auriazul, ya que el ex River y Universidad Católica de Chile Darío Conca también se agregó para reforzar el puesto de enganche.

 

El que primero había acordado su vínculo con el equipo para la temporada que se viene es Ariel Garcé, defensor que se destacó antes en River y Colón.

 

En cuanto a la fisonomía que Central mostrará en el próximo torneo, algunas conclusiones ya pudieron sacarse durante los amistosos previos al Apertura, tanto en el empate ante el San Luis Potosí de México como en las victorias —con título incluido— en el cuadrangular internacional de Rafaela. Aunque, claro, habrá que ver qué piensa, y qué decide, el nuevo técnico. El dibujo táctico que había utilizado Astrada era el de 4-3-1-2.

 

Con el Jefe los únicos que parecían tener un puesto seguro eran Cristián Álvarez en el arco (Hernán Castellano ganó terreno con Gorosito), Ricardo Moreira marcando la punta derecha, Ronald Raldes, una fija en la zaga central apenas esté a punto físicamente; Eduardo Coudet en el carril derecho del mediocampo y Wanchope en el ataque, apenas esté para jugar.

 

Garcé competirá con Ramiro Fassi para ser el compañero de Raldes en el medio de la defensa, Germán Rivarola sólo tendrá lugar si se ubica en la posición de número tres y Leonardo Borzani le saca una cabeza a Diego Calgaro para ser el volante de contención.

 

Por otra parte, todo hace pensar que Central no hizo una adquisición millonaria con el Kily González para que éste no juegue. Acaso el hecho de que Astrada remarcó que no lo había pedido fue uno de los puntos de conflicto que derivó en su salida.

 

El Negro defendía a Papa. Claro que el de Acebal podría jugar suelto más adelante, pero quizá sea ésta, la de enganche, la posición que más dudas genere en el cuerpo técnico canalla. Para cubrir ese lugar llegó Conca, aunque Pablo Vitti también demostró que puede rendir allí.

 

Acompañando arriba a la Cobra estará Marco Ruben, aunque el mismo Vitti o Germán Alemanno también pueden tener su chance.

 

De modo que la posible base canalla para el torneo estará formada con Álvarez o Castellano; Villagra, Raldes, Garcé y Rivarola; Coudet, Borzani y Kily González; Conca o Papa; Ruben y Wanchope.

 

Los auriazules debutan en el Apertura ante Belgrano en Córdoba, mientras que el clásico ante Newell´s lo jugará como local en la fecha 13ª, que va del 27 al 29 de octubre (ver fixture completo).