El rector del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), Gustavo Zorzoli, se mostró preocupado por una práctica peligrosa y cada vez más extendida entre los adolescentes: el consumo desmedido de alcohol. La semana pasada los alumnos del tradicional colegio porteño extendieron en la casa de uno de ellos la fiesta de despedida de estudiantes fueguinos que habían ido en intercambio y la noche terminó con un adolescente al borde del coma alcohólico. Este miércoles se conoció la carta que y Zorzoli escribió a la comunidad educativa como llamado de atención. Apuntó a “una cadena de silencios” entre los padres y cuestionó “la mirada cómplice de la sociedad en general que incentiva el consumo de todo tipo de sustancias”.

“Me comunico con ustedes para ponerlos al tanto de una desafortunada circunstancia que hemos vivido en la madrugada del sábado pasado –comienza el rector la misiva publicada por Infobae–. Alrededor de las 5 de la madrugada, uno de nuestros alumnos se descompuso y uno de los visitantes cayó desmayado por la ingesta de alcohol de alta graduación”.

Ese sábado el CNBA había organizado una fiesta de despedida a los alumnos del Colegio de Ushuaia que se prolongó en la casa de uno de los estudiantes porteños que estaba vacía. Comenzó a correr alcohol y sin supervisión las cosas se fueron de control; uno de los muchachos tuvo que ser hospitalizado.

“El joven terminó en el Ramos Mejía con un principio de coma alcohólico y estuvo inconsciente varias horas; como era esperable, este estudiante tuvo que quedarse en Buenos Aires, acompañado por una de las docentes y partieron a Ushuaia recién el domingo por la tarde”, detalló. 

“Parece inexplicable cómo un grupo de padres y/o madres autorizó que sus hijos asistan a una fiesta de esta naturaleza –se quejó Zorzoli–. Tampoco se explica que aquellas familias que no permitieron la salida no se hayan comunicado con los docentes fueguinos o con el personal del Colegio para advertirlos sobre la misma”. Fue entonces que lamentó esa “cadena de silencios que podría haber terminado en una tragedia”.

“Es frecuente que los estudiantes de los primeros años concurran a fiestas en casas donde no hay presencia de adultos o a las fiestas que organizan los propios alumnos de quinto año. En ellas sabemos que no hay un cuidado de los adolescentes y no existen controles que eviten el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias”, reconoció el rector y advirtió en tal sentido que cualquier medida que lleve adelante la institución como “tiene serias limitaciones en los hogares y en la sociedad, que, en general, mira con complicidad la publicidad y el incentivo al consumo de todo tipo de sustancias”.

“Todo esto nos hace repensar nuestra política en torno a los intercambios estudiantiles y debería hacer reflexionar a las familias sobre los viajes que grupos de alumnos realizan fuera del ámbito colegial. Me despido muy preocupado”, concluyó.