Cuando no se sabe a quién culpar, se culpa a Dios. Pero pocos lo llevan ante el estrado.

Sin embargo, un senador norteamericano se animó: demandó a Dios por causar catástrofes.

La insólita demanda fue presentada por un representante de Nebraska, en Estados Unidos. La presentación se realizó el 14 de septiembre en una Corte del distrito de Douglas, en el mencionado estado.

La demanda reconoce que el "demandado" es conocido con varios "alias, títulos, nombres y designaciones".

Ante la imposibilidad de que Dios se presente en el proceso, se cita a los representantes de "varios religiones, denominaciones, y cultos que, de manera notoria, reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación.

El demandante reconoce que ha hecho "razonables esfuerzos" para invocar al demandado, con llamados de "manifiéstate, manifiéstate, donde quiera que estés", aunque sin éxito.

En la demanda, el senador lanza en lenguaje bíblico varias acusaciones contra Dios, como que ha causado "espantosas inundaciones, egregios terremotos, horrendos huracanes, terroríficos tornados, perniciosas plagas, feroces hambrunas, devastadoras sequías, y guerras genocidas".

Todas estas "nefastas catástrofes" han provocado "muertes generalizadas, destrucciones y ha aterrorizado a millones y millones de habitantes de la tierra, incluido bebes inocentes, niños, ancianos y enfermos, sin ninguna distinción".

Con todo ello, "el demandado no ha mostrado ni compasión ni remordimiento", y no contento con ello, incluso ha proclamado que "reirá cuando las calamidades ocurran".

Para Chambers, que ocupa un asiento en el Senado de Nebraska desde 1970, "la conducta pasada y la historia del demandado hace ver que sus amenazas terroríficas son creíbles".

Por eso, pide al juez que someta a Dios a un proceso judicial, no sin antes pedirle que le haga un requerimiento permanente para que cese en sus "acciones destructivas y sus amenazas terroríficas".