Más que nunca, Eduardo Trasante, como hombre de Dios que es, se aferra a la fe. Este domingo perdió a su hijo Jairo; y en 2012 –en ocasión de lo que fue conocido como el “Triple crimen de Villa Moreno”– a Jeremías. Ambos muchachos murieron a manos de asesinos. A pesar del dolor, sostuvo que su lucha por justicia y seguridad continúa. “Voy a redoblar esfuerzos”, aseguró y recordó a Jairo como un “chico alegre, de buen corazón, con muchas ganas de vivir”.

En contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Trasante se refirió a la muerte de Jairo, quien fue acribillado a la salida de un boliche este domingo y señaló que lo que lo impulsa a seguir adelante es la vida de sus otros hijos y nietos y el mandato de Dios de llevar a cabo “una tarea redentora” para la ciudad.

Indicó que él no fue el único que tuvo la desgracia de llorar a un hijo muerto en el marco de la violencia que vive Rosario. Por ello explicó que, “como pastor que soy, tengo a cargo el dolor de mucha gente”.

El año pasado, Transante había tildado al triple crimen, que se cobró la vida de “Jere” y la de otros dos muchachos –Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patom” Rodríguez–, como “ un punto de inflexión” en el accionar oficial contra el tráfico de estupefacientes. A su entender, el caso se había convertido en el puntapié inicial para la investigación “de algo que siempre se supo: el alto nivel de narcotráfico y la connivencia policial”.

Sin embargo, señaló que hoy por hoy “impera la inseguridad” debido a las mismas condiciones en la que se encuentra el Estado.

“Ninguno es libre de atravesar una circunstancia similar (a la mía)”, lamentó.
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Eduardo Trasante (Radio 2)