"Se viene el fin del mundo", asegura la mamá, ante la violenta caída de granizo que le dejó la casa casi sin vidrios y también le abolló también el auto. La frase, dicha al pasar en un momento de angustia, funciona como disparador de los miedos del hijo, que ve cómo los grandes se desesperan y no entiende bien qué pasa. 

"Los adultos no estamos preparados para un cataclismo y sobreactuamos. Nos olvidamos de que hay chicos pendientes de lo que hacemos", explicó Cristina Goytía, psicóloga especializada en terapia cognitiva que aseguró que tras el temporal muchas familias comenzaron a consultar por sus chicos: "Las consultas más típicas son chicos que no querían ir al colegio, tienen miedo de subir al ómnibus o que están muy apegados a los padres, que no saben como responder". Lógicamente, cada chico que consulta le teme al lugar en donde estaba en el momento del temporal, al que no desea volver.

Consultada por Radio 2, la experta señaló que "muchas veces el miedo de chicos es acrecentado por los padres, los abuelos o los grandes encargados de criarlos". Ante los fuertes vientos, la rotura de vidrios y los cortes de luz, por mencionar algunas de las situaciones generadas por el temporal de la semana pasada, muchos chicos se angustiaron. Pero esa sensación se acrecentó cuando vieron cómo actuaban los grandes. "Si así actúa mi mamá o mi papá qué me queda para mí", asegura Goytía que pensaron los chicos en ese momento.

"Ya que pasó esto hay que tratar de sacar algo bueno. Lo primero es separar el miedo lógico del miedo emocional, que es el que conduce al pánico", sostuvo la psicóloga. "Tener miedo en cualquier tormenta grande es lógico, pero no por eso se tiene que terminar el mundo, ni hay que llorar y gritar porque los chicos absorben todo eso como esponjas y no saben después que hacer con lo que sienten", aclaró.

Ante la eventual llegada de nuevos temporales, producto del cambio climático, Goytía recomendó hacer simulacros, no solo en las escuelas sino también en los hogares, para que cada miembro de la familia sepa qué rutina hay que seguir en momentos críticos. "Se trata de tomar una actitud preventiva. Porque todos tenemos miedo a la naturaleza, es algo primitivo. Esto fue algo que nos tomó desarmados en un estado vulnerable", ssotuvo.

A los más chicos "hay que explicarles que la naturaleza por momentos es indomables, pero que uno puede tener control de muchas cosas. Hay que calmarlos y hacerles entender que la casa es sólida, que es importante buscar refugio, que hay que estar juntos y mantenerse tranquilos", concluyó.