21 DE MAYO
1988. Hace 20 años Newell’s daba su segunda vuelta olímpica, al proclamarse campeón argentino de la temporada 87-88.
En un partido inolvidable jugado en el Parque de la Independencia, la Lepra goleó 6-1 a Independiente, adjudicándose, con dos fechas de anticipación, el título.
El encuentro tuvo una incidencia importante cuando a los 25 minutos, Francisco Lamolina, árbitro del partido, sancionó penal para Newell’s y luego expulsión de Luis Alberto Islas, arquero de la visita.
El Yaya Rossi transformó el penal en gol. Antes que termine la etapa, nuevamente Rossi y Roque Alfaro pusieron un 3-0 imposible de remontar para Independiente.
Desde cancha de River llegaban buenas noticias para Newell’s, porque San Lorenzo, único equipo que podía darle alcance, estaba perdiendo, lo que aseguraba el título de campeón.
Mientras en las tribunas se festejaba, en la cancha Newell’s siguió haciendo goles hasta llegar a 6. Primero fue Alfaro, luego Almirón y por último Balbo quienes anotaron en el segundo tiempo. Ricardo Bochini señaló el único gol de Independiente.
Cuando Lamolina pitó el final, se produjo la consabida invasión al campo de juego, apoderándose la gente de la fiesta que correspondía a los jugadores. En fin, parte de nuestra incultura futbolística.
Lo cierto es que el equipo de José Yudica se consagró como el indiscutido mejor equipo del torneo, con la particularidad de que todos sus integrantes surgieron de las divisiones inferiores del club.
La tarde de la consagración, Newell’s formó con: Scoponi; Basualdo, Theiler, Pautasso y Sensini; Llop, Rossi, Martino y Alfaro; Balbo y Almirón.
1988. Hace 20 años Newell’s daba su segunda vuelta olímpica, al proclamarse campeón argentino de la temporada 87-88.
En un partido inolvidable jugado en el Parque de la Independencia, la Lepra goleó 6-1 a Independiente, adjudicándose, con dos fechas de anticipación, el título.
El encuentro tuvo una incidencia importante cuando a los 25 minutos, Francisco Lamolina, árbitro del partido, sancionó penal para Newell’s y luego expulsión de Luis Alberto Islas, arquero de la visita.
El Yaya Rossi transformó el penal en gol. Antes que termine la etapa, nuevamente Rossi y Roque Alfaro pusieron un 3-0 imposible de remontar para Independiente.
Desde cancha de River llegaban buenas noticias para Newell’s, porque San Lorenzo, único equipo que podía darle alcance, estaba perdiendo, lo que aseguraba el título de campeón.
Mientras en las tribunas se festejaba, en la cancha Newell’s siguió haciendo goles hasta llegar a 6. Primero fue Alfaro, luego Almirón y por último Balbo quienes anotaron en el segundo tiempo. Ricardo Bochini señaló el único gol de Independiente.
Cuando Lamolina pitó el final, se produjo la consabida invasión al campo de juego, apoderándose la gente de la fiesta que correspondía a los jugadores. En fin, parte de nuestra incultura futbolística.
Lo cierto es que el equipo de José Yudica se consagró como el indiscutido mejor equipo del torneo, con la particularidad de que todos sus integrantes surgieron de las divisiones inferiores del club.
La tarde de la consagración, Newell’s formó con: Scoponi; Basualdo, Theiler, Pautasso y Sensini; Llop, Rossi, Martino y Alfaro; Balbo y Almirón.


