Cuando se cumplen 17 días initerrumpidos de protestas en la plaza Tahrir de El Cairo, los manifestantes consolidaron posiciones en otros lugares de la ciudad para prevenirse de acciones represivas. El presidente sigue tratando de sortear presiones internas y externas para que renuncie.
Los manifestantes multiplicaron hoy su presencia en las inmediaciones del Parlamento y del Consejo de Ministros, tras advertir una amenaza velada del vicepresidente, Omar Suleimán, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Los opositores bloquearon la calle que conduce a la Asamblea del Pueblo y también a las oficinas de la vicepresidencia, situadas a unos 100 metros de la plaza Tahrir.
Dado que esa acción obligó a los ministros a cambiar el miércoles el lugar de una reunión, Suleimán instó a los manifestantes a regresar a sus casas, porque "el Gobierno no va a tolerar más protestas, y debemos poner fin a la crisis lo antes posible".
Organizadores de las marchas alertaron que el Ejército, que reforzó su presencia en torno a esas instalaciones estatales, podría ejecutar órdenes de desalojar los alrededores, pese a que Suleimán había prometido no usar la fuerza para acabar con las protestas callejeras.
Al igual que el miércoles, las manifestaciones se enfocaron hoy en preparar una masiva movilización prevista para el "Viernes de los Mártires", coincidiendo con la jornada de plegarias musulmanas colectivas y el asueto de fin de semana en Egipto.
También los activistas opositores continuaron haciendo llamados a los trabajadores egipcios para que se unan a las huelgas, como ya hicieron unos seis mil empleados en el Canal de Suez, aunque esa vía marítima sigue abierta al tráfico de buques.
La televisión estatal confirmó que 15 mil trabajadores de los sectores del cemento, ferrocarriles, salud, textiles, electricidad y telecomunicaciones pararon en demanda de aumentos de salario y mejores condiciones laborales en El Cairo y otras regiones.
Mientras que la cadena Al Yazira señaló por su parte que la cifra superaba los 20.000.
Los manifestantes multiplicaron hoy su presencia en las inmediaciones del Parlamento y del Consejo de Ministros, tras advertir una amenaza velada del vicepresidente, Omar Suleimán, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Los opositores bloquearon la calle que conduce a la Asamblea del Pueblo y también a las oficinas de la vicepresidencia, situadas a unos 100 metros de la plaza Tahrir.
Dado que esa acción obligó a los ministros a cambiar el miércoles el lugar de una reunión, Suleimán instó a los manifestantes a regresar a sus casas, porque "el Gobierno no va a tolerar más protestas, y debemos poner fin a la crisis lo antes posible".
Organizadores de las marchas alertaron que el Ejército, que reforzó su presencia en torno a esas instalaciones estatales, podría ejecutar órdenes de desalojar los alrededores, pese a que Suleimán había prometido no usar la fuerza para acabar con las protestas callejeras.
Al igual que el miércoles, las manifestaciones se enfocaron hoy en preparar una masiva movilización prevista para el "Viernes de los Mártires", coincidiendo con la jornada de plegarias musulmanas colectivas y el asueto de fin de semana en Egipto.
También los activistas opositores continuaron haciendo llamados a los trabajadores egipcios para que se unan a las huelgas, como ya hicieron unos seis mil empleados en el Canal de Suez, aunque esa vía marítima sigue abierta al tráfico de buques.
La televisión estatal confirmó que 15 mil trabajadores de los sectores del cemento, ferrocarriles, salud, textiles, electricidad y telecomunicaciones pararon en demanda de aumentos de salario y mejores condiciones laborales en El Cairo y otras regiones.
Mientras que la cadena Al Yazira señaló por su parte que la cifra superaba los 20.000.


