Las fuerzas conjuntas de la policía y del ejército de Egipto, que perseguían a terroristas en Wahat, en el desierto occidental, causaron una tragedia al abrir fuego por error contra cuatro pick up que transportaban turistas mexicanos" en una "zona no autorizada a turistas", indicó el Ministerio del Interior en un comunicado.

El organismo no ofreció detalles sobre las víctimas pero afirmó que "el incidente provocó la muerte de 12 personas, mexicanos y egipcios, e hirió a otros 10".

El desierto del oeste egipcio, muy apreciado por los turistas, es uno de los bastiones de grupos yihadistas, que cometen a menudo numerosos atentados contra las fuerzas del orden en todo el país.

La cancillería mexicana, que confirmó el incidente ocurrido "en circunstancias todavía no aclaradas", indicó en un comunicado que se tenía "confirmado el fallecimiento de dos nacionales mexicanos", si bien continuaba el proceso de "identificar y confirmar los nombres de los fallecidos".

El embajador de México en Egipto y personal consular se desplazaron al Hospital Dar-el-Fouad, ubicado en un suburbio al oeste de El Cairo, para atender a cinco mexicanos heridos en el ataque, cuyo estado médico se reporta como "estable", señaló la cancillería mexicana.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, condenó estos hechos y exigió "al gobierno de Egipto una exhaustiva investigación de lo ocurrido", según escribió en su cuenta de la red social Twitter.

Por el momento, se desconoce si los vehículos fueron alcanzados por disparos de armas automáticas, de artillería o por bombardeos aéreos. La cancillería mexicana convocó a una conferencia de prensa.

Por el momento, se desconoce el lugar exacto en el que se produjo el incidente, aunque se sabe que tuvo lugar mientras los turistas iban desde El Cairo al oasis de Bahariya, a 350 kilómetros al suroeste de la capital, informó un alto responsable del ministerio de Turismo que pidió el anonimato.

Según el responsable, los turistas y sus acompañantes abandonaron la ruta para adentrarse en el desierto, en una zona no autorizada a turistas. Durante la tarde, el grupo Estado Islámico en Egipto había afirmado en un comunicado que "había resistido una operación del ejército en el desierto occidental" y "obligado a huir a miembros del ejército", sin dar más detalles.

Tanto las filiales egipcias del EI -el Estado Islámico en Egipto y Provincia del Sinaí- como el resto de grupos yihadistas reivindican a menudo ataques contra las fuerzas del orden, especialmente en la península desértica del Sinaí (este), donde tienen su principal feudo.

Tras derrocar al presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013, su sucesor al frente del país, el presidente Abdel Fatah al Sisi, lanzó una sangrienta represión contra sus partidarios.

Centenares de policías y soldados han muerto desde hace más de dos años en los atentados de los yihadistas, quienes aseguraban en un primer momento actuar en represalia a la implacable represión.

Desde julio de 2013, las fuerzas de seguridad han matado a más de 1.400 manifestantes pro Mursi, entre ellos miembros de su cofradía de los Hermanos Musulmanes, y han detenido a otros 15.000.

Cientos de los detenidos, entre ellos el propio Mursi, han sido condenados a muerte en expeditivos procesos de masa, que Naciones Unidas calificó como juicios "sin precedentes en la Historia reciente" del mundo.

Aunque principalmente atacan a la policía y al ejército, algunos grupos vinculados al EI han empezado a atacar a occidentales con el objetivo, según los expertos, de perjudicar los ingresos del Estado, al hacer huir a los turistas y a los inversores extranjeros del país de los faraones.