La familia de Madeleine ha cuestionado la calidad de las pruebas de ADN halladas supuestamente en un coche alquilado por los padres de la niña, que habrían sido determinantes en la decisión de la Policía portuguesa de declarar sospechosos a Kate y Gerry McCann. Según una fuente próxima a los McCann citada hoy por el diario británico The Guardian, hasta treinta amigos y familiares, algunos de ellos directos, habrían utilizado el vehículo antes de que la policía sacase las pruebas.

Además, el coche fue utilizado para transportar las pertenencias de Madeleine cuando la familia dejó el apartamento turístico donde se alojaban cuando desapareció la pequeña. Según la fuente, el ADN presente en alguno de esos objetos, como los restos de sudor en las sandalias de la pequeña, podrían ser responsables de los rastros supuestamente encontrados.

El nuevo portavoz de la familia, Clarence Mitchell, calificó este martes de "absurdo" sugerir que los McCann causaron algún daño a Madeleine y aseguró que hay "explicaciones sumamente inocentes" para cualquier cosa que la Policía pueda haber encontrado durante sus investigaciones.

Sin embargo, fuentes británicas próximas a la investigación citadas por Evening Standard insistieron hoy en que "muy poca gente" conoce exactamente cuál es el material forense recogido y se mostraron seguros sobre la fiabilidad de las pruebas. Según esas fuentes, los forenses británicos que trabajan en el caso habrían tenido en cuenta los riesgos de contaminación, así como las similitudes entre el ADN de Madeleine y sus hermanos gemelos.

Por otro lado, los McCann afirmaron, a través de su portavoz, que no esperan la visita de policías portugueses, tal y como habían indicado varias informaciones periodísticas. "No hay nada que sugiera eso en absoluto", subrayó Clarence Mitchell.

Fuentes de la Policía del condado de Leicestershire, donde residen los padres de Madeleine, citadas por la agencia británica Press Association (PA) aseguraron "no tener constancia" de la presencia de agentes lusos en el Reino Unido.

Madeleine desapareció el 3 de mayo pasado de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos, de 2 años, en un complejo turístico del Algarve, mientras sus padres cenaban en un restaurante del centro vacacional donde se alojaban.

Los McCann, que regresaron el pasado 9 de septiembre al Reino Unido, han negado cualquier participación en la desaparición de Madeleine y han manifestado su indignación por el hecho de que se haya sugerido que mataron accidentalmente a la niña y ocultaron el cadáver.