Tenía que pasar: el bar El Cairo, de Santa Fe y Sarmiento, realizó a través del abogado Nicolás Mayoraz una presentación judicial para que se declaren inconstitucionales la ley antitabaco y la ordenanza del Concejo que reglamentó su aplicación en Rosario. "La prohibición absoluta es irrazonable", sostuvo el abogado, que consideró razonable que haya lugares donde no se pueda fumar pero también otros donde sí se permita hacerlo, para no violar el derecho de los fumadores a ir a tomar un café con sus amigos. "El Cairo quiere ser un bar de fumadores", enfatizó.

Mayoraz, que hizo la presentación ante el Juzgado Civil de la 9ª Nominación, consideró "razonable" que se impida fumar en lugares donde la gente –fume o no– tiene que ir obligadamente, como oficinas públicas, ya que allí el fumador pasivo no tendría la posibilidad de escoger otro lugar al que acudir a realizar, por ejemplo, un trámite. Pero esa colisión de intereses desaparecería si se da la posibilidad de elegir –tratándose de "un lugar para esparcimiento"– entre un bar para fumadores y otro para no fumadores. "Si alguien que no fuma decide ir a tomar un café con alguien que fuma es una decisión que puede tomar él mismo", graficó.

Por eso, el letrado sostiene que la prohibición absoluta es "irrazonable" y ese es el principal argumento de la presentación. Las salidas posibles, para él, serían volver a la legislación anterior, que es similar a la de Buenos Aires, en la que se establecía que los locales debían tener áreas para fumadores y otras para no fumadores, o bien que haya bares para fumadores y bares para no fumadores.

El Cairo se anotaría entre los bares para fumadores, donde, entiende Mayoraz, habría que señalizar con cartelería que se trata de locales "no libres de humo, donde el aire puede estar viciado".

Para el abogado no fue razonable pasar de la normativa anterior, con "restricción variable", a la actual, "con prohibición absoluta", ya que no cambió la situación objetiva en cuanto a lo que se sabía del daño –los informes de la Organización Mundial de la Salud "son los mismos". que produce el cigarrillo, tanto al fumador activo como al pasivo.

Pero además, dijo que tampoco es razonable sino por el contrario, absolutamente contradictorio, tratar al fumador de "adicto" y al mismo tiempo discriminarlo. "Nos lleva al mismo tratamiento que se hacía con los leprosos, que eran aislados en los leprosarios", enfatizó.