Luego de las fuertes declaraciones del gobernador Hermes Binner, el silencio no se rompió al interior de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. Solamente la representante del Colegio de Magistrados se animó a salir al cruce de las acusaciones del mandatario. En contacto con el programa Diez puntos, de Radio 2, María del Carmen Álvarez. presidenta de la entidad que nuclea a los funcionarios judiciales, se defendió: "Somos independientes y decimos lo que pensamos".

El gobernador disparó ayer que “la renuncia de los jueces es la única salida ética que tiene una situación de tal gravedad como la que está viviendo la provincia en estos momentos”. Binner habló a días del fallo que absolvió al ex juez de Rufino Carlos Fraticell. y a una semana de un duro documento que los magistrados elaboraron con críticas a la gestión socialista.  

"El comunicado no fue bien leído por el gobernador. Los que lo redactamos integramos un poder del Estado pero no somos la Corte. En todo caso, somos un grupo de magistrados y funcionarios que nos lleva a mejorar el Poder Judicial en aras que la comunidad tenga el mejor servicio jurídico", expresó Álvarez. Binner había señalado que el escrito del Colegio de Magistrados “quiso distraer a la opinión pública” con su crítica declaración.

Asimismo, Álvarez señaló "estar desalentada y no salir del estupor" generado por las graves expresiones del mandatario santafesino. "Creo que se mezclaron un montón de cosas. No se puede poner a todos los jueces en una misma bolsa. No es correcto. Si hay jueces corruptos, lo que tiene que hacer el gobernador es pedir juicio político", advirtió la funcionaria.

Por su parte, el gobernador había acusado de “amañada” a la Corte santafesina a la que definió como surgida de un “contubernio político y judicial” con los Ejecutivos que lo antecedieran: los gobiernos justicialistas de Carlos Reutemann y Jorge Obeid. "No tenemos intencionalidad política, no somos de ningún partido político. Somos independientes y decimos lo que pensamos", señaló.

Por último, Álvarez rechazó la idea de una oposición a la reforma penal impulsada por el socialismo. "En ningún momento dijimos que no queremos la reforma. Pero es cierto que hay funcionarios que se volvieron progresistas de golpe y que uno sabe no eran adeptos al cambio de paradigma", concluyó.