Este miércoles los ediles comenzarán a debatir el proyecto de reforma al Código Urbano en la comisión de Planeamiento. Todo indica que el debate será duro, ya que las discutidas modificaciones propuestas al área céntrica y al denominado primer anillo perimetral de la ciudad enfrentan los intereses de diversos sectores: los ciudadanos comunes, que tratan de defender su calidad de vida en medio del aluvión de torres de gran altura, y los de las cámaras de la construcción e inmobiliaria, que defienden la actividad de la construcción como principal fuente de ingresos.
Tampoco parece haber demasiado acuerdo entre los diferentes bloques del Concejo en relación con el tema. Mientras el oficialismo impulsa proyecto propio, el radicalismo exige un debate más abierto y profundo antes de aprobar la reforma al código que regirá el futuro urbanístico de la ciudad.
“Creemos que Rosario está produciendo un cambio importante y hay que ordenar los procesos de transformación –dijo la secretaria de Planeamiento del municipio, Mirta Levín a Rosario3.com–. Pasó de ser una ciudad a una metrópolis abierta a una amplia región”.
El bloque oficialista de concejales sostiene que el nuevo Código Urbano define para la ciudad las posibilidades de generar nuevas áreas de desarrollo sin necesidad de destruir zonas barriales importantes y de patrimonio histórico y establece con claridad políticas que hasta ahora no estaban instrumentadas con suficiente fuerza, por ejemplo los de valor patrimonial.
Las objeciones más repetidas formuladas por la oposición apuntan a la necesidad de bajar la densidad habitacional en el centro, propiciar la iluminación y aireación de las viviendas y preservar el patrimonio arquitectónico, algo que el boom de la construcción ha demostrado no tener en cuenta.
En respuesta, la Municipalidad sostiene que no sólo se promoverá la construcción de edificios y lugares de grandes concentraciones de habitantes, sino también el desarrollo de proyectos especiales. “En el primer anillo estamos pensando en viviendas dúplex o triplex que tomen el centro de manzana", explicó Levín, y puedan compartir un patio o una pileta, es decir tipologías más atractivas a la gente que no quiere vivir en altura, sino más en contacto con el suelo. Esto podrá hacerse mediante la unificación de lotes, o sea modificando las prácticas tradicionales de construcción lote a lote”, remarcó la funcionaria.
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