Tanto el comandante del Ejército chileno, general Oscar Izurieta, como la hija del ex dictador Augusto Pinochet, Lucía, justificaron este martes el golpe de Estado organizado el 11 de septiembre de 1973 a cargo del propio Pinochet en el país trasandino. Ambas declaraciones fueron durante la ceremonia de despido de los restos del ex presidente de facto y en presencia de la ministra de Defensa, Vivian Blandot.

Izurieta aseguró que "la decisión más difícil" de la vida de Pinochet fue "la determinación, de acuerdo con la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros, de asumir las responsabilidades superiores de conducción del Estado ante la gravísima crisis institucional que vivía el país", tras lo cual fue aclamado por los asistentes a la ceremonia.

Por su parte, Lucía Pinochet Hiriart, hija mayor del ex dictador, reivindicó el golpe de Estado y cargó contra la prensa internacional, a la que acusó de mostrar una imagen errónea del militar.

Lucía Pinochet dijo que su padre encendió la llama de la libertad, cuando encabezó el cruento alzamiento que derrocó al mandatario socialista Salvador Allende en el país vecino.

La hija del ex dictador expresó además que "la prensa internacional no comprende cómo cientos de miles de compatriotas sin presión son capaces de mostrar su agradecimiento y afecto por quien la prensa ha calificado en los peores términos y epítetos con que se puede referir a un ser humano". Tras estas palabras, la mujer recibió aplausos de parte de los invitados especiales que asisten a las exequias.