Los periodistas chilenos que quisieron entrevistar a Marcelo Bielsa este domingo en el aeropuerto de Rosario ya saben por qué le dicen Loco. El técnico se enojó tanto con la aparición sorpresa de un equipo de la televisión trasandina ayer a la tarde en Fisherton, antes de la salida del vuelo de LAN que cubre el trayecto Rosario-Santiago, que directamente no subió al avión.
Según contaron testigos presentes en el lugar, el Loco se enfureció cuando descubrió que dos personas que estaban en Fisherton no eran pasajeros sino periodistas chilenos. Y antes de realizar el check in, pegó la vuelta, dejando solos a sus colaboradores, que cuando llegaron a Santiago tuvieron que dar explicaciones por la ausencia del nuevo técnico del seleccionado chileno.
Aparentemente, había dos equipos periodísticos en el aeropuerto rosarino: uno del diario La Segunda y el otro de Canal 13 de Santiago. Como es su costumbre, el Loco se negó a contestar preguntas –su política es realizar conferencias de prensa para todos los medios juntos–. Pero luego se percató de que el equipo televisivo lo filmó durante un buen rato con una cámara camuflada.
Para qué. Cuentan los que vieron que se salía de sí. Y que durante unos quince minutos maltrató a alguien a través de su celular. ¿Acaso a alguien de la federación chilena de fútbol por la filtración del dato sobre el vuelo que iba a tomar?
Cuando terminó la comunicación, Bielsa dio media vuelta y se fue junto con su familia del aeropuerto dejando vacío su asiento en el avión. Acaso le dijeron que la cosa no terminaba allí: en Santiago había un ejército de periodistas preparados para disparar sus preguntas al entrenador.
Sí subieron a la nave sus colaboradores, que cuando llegaron a Santiago tuvieron que enfrentar a la prensa chilena que esperaba ansiosa el arribo del DT.
"Marcelo llega mañana, tuvo un problema de última hora en el aeropuerto y regresó. Pero está todo bien, no hay problemas y lo verán mañana", puso la cara el preparador físico Luis Bonini, mientras los ayudantes de campo Alfredo Berti y Eduardo Berizzo guardaban silencio.
Según trascendió, los dirigentes chilenos consiguieron calmar al Loco, que efectivamente arribaría este lunes a las 18 al aeropuerto de Santiago y luego dará una conferencia de prensa.