Dos científicos estadounidenses, John Mather y George Smoot, han sido galardonados con el premio Nobel de Física por arrojar algo de luz sobre los primeros instantes del Universo, según informó la Real Academia de las Ciencias de Suecia.

En concreto, a Mather y Smoot se les ha reconocido sus descubrimientos sobre la radiación de fondo de las microondas cósmicas, o, más poéticamente, por "su mirada hacia la infancia del universo" y "sus intentos por entender el origen de las galaxias y las estrellas".

Según El País de España, Mather, de 60 años, doctorado en Física por la Universidad de California en Berkeley, trabaja como astrofísico en el centro Goddard Space Flight de la Administración Espacial estadounidense (NASA). Smoot, un año mayor y doctorado también en Física (en este caso, en la ciudad estadounidense de Cambridge), trabaja como catedrático en Berkeley.

Sus trabajos sobre los primeros segundos después de la gran explosión que, según la teoría más aceptada, dio origen al Universo, están basados en las mediciones realizadas con ayuda del satélite COBE, lanzado por la NASA en 1989.

Los instrumentos del satélite COBE permitieron viajar en el tiempo y echar una mirada a cómo era el universo primitivo hace 13.000 millones de años. Mather propuso este experimento en 1974 y se puso al frente de un proyecto que llegó a emplear a 1.500 personas y constituyó la primera misión de cosmología de la NASA.

Los científicos pudieron medir con estos aparatos las irregularidades en la radiación de fondo que inunda el Universo en forma de microondas, y que constituye una reliquia de la explosión que le dio origen. El experimento no sólo confirmó la teoría del Big Bang sino que permitió identificar estas arrugas como el origen de las estrellas y las galaxias, un descubrimiento considerado como uno de los hitos científicos del siglo XX.

"Somos exploradores. Necesitamos comprender de dónde venimos nosotros y nuestro universo", dijo Mather en agosto, tras ser concedido el Premio Gruber de Cosmología.