El papa Francisco presidió este sábado a la noche en la playa de Copacabana la Vigilia de XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, al que asisten varios cientos de miles de jóvenes de 190 países, entre dos millones y medio y tres, según las televisiones brasileñas.
Francisco aterrizó en el Fuerte de Copacabana y realizó por la tarde el recorrido en el papamóvil de 30 cuadras que lo separan del enorme escenario montado sobre la playa, desde donde encabezará la vigilia y dio un mensaje a los jóvenes, que pernoctarán sobre la arena, a la espera de la misa de cierre del encuentro, prevista para este domingo a las 10.
Cerca de las 20.30, el máximo pontífice habló ante una multitud emocionada y afirmó que Dios "nos pide que juguemos en su equipo" y, como los jugadores en el fútbol, "hay que entrenarse mucho".
Entre otras comparaciones con el deporte, recomendó a los peregrinos "sudar la camiseta" y agregó: "Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo".
El cierre
Esta vigilia y la misa final de la JMJ de domingo, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
En la playa de Copacabana se celebró la ceremonia de bienvenida oficial al papa, el pasado jueves, y el Vía Crucis del viernes.
Copacabana es el Campus Fidei de la JMJ, nombre dado al recinto de Guaratiba.
En Guarativa ha quedado sin usarse el palco diseñado por el arquitecto Joao Uchoa, que se ha inspirado en la Edad Media y en sus catedrales góticas.
En el centro del palco había levantado una gran cruz de hierro dorado, de 33 metros de alta, en referencia a la edad de Cristo.
Dos torres delanteras, cada una de 14 metros, formando dos manos gigantes en plegaria. Detrás había colocado 360 torres blabca, que evocan los órganos de las iglesias antiguas.
El palco de Copacabana es más simple, con una gran cruz en medio.
La ceremonia de la vigilia se desarrolla en varios momentos. En un primero, varios jóvenes cuentan al papa y a los presentes sus experiencia de vida, después hablará Francisco y después se iniciará la procesión del Santísimo Sacramento llevado por diáconos.
Después la adoración eucarística, las plegarias de los jóvenes en italiano, polaco, español, alemán, francés, portugués e ingles y concluye con el Salve Regina, mientras el Santísimo es llevado a la capilla.
Fuente: Télam/EFE


