De regreso a Roma tras su gira por Latinoamérica, el papa Francisco pidió disculpas por sus dichos sobre el obispo chileno Juan Barros, acusado de haber encubierto al sacerdote condenado por abusos sexuales, Fernando Karadima. En Chile, el pontífice argentino había defendido a Barros y asegurado que recién iba a hablar al respecto cuando hubiera pruebas, algo que cayó mal a las víctimas de abuso. Con todo, insistió en la inocencia del obispo.

Según informó EFE, este lunes Francisco reiteró el derecho a la inocencia de Barros mientras no se demuestre lo contrario al contestar a las preguntas de los medios que viajaban con él de vuelta al Vaticano.

El pontífice argentino pidió disculpas a las víctimas porque usar la palabra "pruebas", dijo, les ha herido.

"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar" –había afirmado el Papa en Chile–. "No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia".

Según Crux, un medio de comunicación católico, el Vaticano encontró culpable a Karadima de abuso sexual en 2011 y lo sentenció a una vida de oración y penitencia. Barros niega las acusaciones de que encubrió el abuso.