La presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, tuvo un breve encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano. “Cuenten conmigo, estoy a su disposición”, contó Carlotto que le dijo el pontífice, cuando le pidió que interceda y ayude en la búsqueda de los nietos apropiados durante la última dictadura militar.
“Hoy empezamos un nuevo camino con mucha esperanza”, expresó Carlotto en una rueda de prensa en la embajada argentina ante la Santa Sede, tras el encuentro con el Papa que se dio en el marco de la audiencia pública que se celebró en la plaza San Pedro del Vaticano.
Carlotto dijo estar “satisfecha y emocionada” tras el encuentro con el Papa argentino.
Después del “cuenten conmigo” de Francisco, Carlotto se esperanzó: “Ahora nace otra instancia. Vamos a quedar en compás de espera para ver qué respuesta hay en la Iglesia argentina”.
El encuentro con el Papa se produjo en el marco de la tradicional audiencia de los miércoles, cuando –de pie y por unos minutos– Jorge Bergoglio saludó a Carlotto, que se encontraba acompañada por otra abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa, y el legislador porteño Juan Cabandié, hijo de desaparecidos.
Carlotto le entregó al pontífice un pañuelo blanco –símbolo de la lucha de las Abuelas– y una carta, en la que le solicita la apertura de "los archivos del Vaticano, de la Iglesia argentina y de comunidades como el Movimiento Familiar Cristiano, donde monjas recibían niños de la dictadura militar y los daban en adopción", según explicó.
La comitiva argentina estaba ubicada en el denominado "sagrato", que es un espacio privilegiado en la plaza San Pedro, a donde se acerca el Papa para saludar a los invitados especiales tras la audiencia.
Junto a las abuelas de Plaza de Mayo, se encontraba la religiosa Geneviève Jeaningros, sobrina de Léonie Henriette Duquet, la monja francesa detenida ilegalmente en la iglesia Santa Cruz de Buenos Aires, durante la dictadura militar, en diciembre de 1977.