El papa Benedicto XVI partió esta mañana de Angola poniendo fin a su primera gira por Africa, no sin antes lanzar un nuevo pedido a los dirigentes del continente para que conviertan la lucha contra la pobreza en una prioridad.
Antes de subir al avión, Benedicto XVI afirmó que se va "triste" por el sufrimiento que ha visto en África, pero "contento" por haber conocido a un continente "valeroso y decidido a renacer". "A pesar de las resistencias y los obstáculos, este pueblo pretende edificar su futuro por senderos de perdón, justicia y solidaridad", manifestó Benedicto XVI.
"Me permito hacerle un llamado final", anunció el Papa en su discurso de despedida en el aeropuerto de la capital angoleña, Luanda, dirigiéndose al presidente de ese país, Eduardo Dos Santos. "Quiero pedirle la justa realización de las aspiraciones fundamentales de las poblaciones más necesitadas, para que ellas sean la preocupación principal de los administradores públicos, que deben cumplir su misión no en beneficio propio sino por el bien común", afirmó.
"En nuestro corazón no habrá paz mientras existan hermanos que sufren por la falta de comida, de trabajo, de casa u otros bienes fundamentales", agregó.
Por su parte el presidente angoleño lamentó la muerte anteayer de dos jóvenes angoleñas en una estampida antes de un acto papal y agradeció al Pontífice sus palabras de consolación así como sus mensajes por la paz y reconciliación. "En nombre del pueblo angoleño le confirmo que seguiremos por el camino de la paz, la reconciliación nacional, la democracia, el respeto de los derechos humanos y la justicia social", dijo.
Cientos de personas salieron a las calles para despedirse del Papa, que concluyó así su primer viaje a Africa, que duró siete días y lo llevó a Camerún y Angola.


