Pedro Robledo

Desde su fundación, en 1962, el Conjunto Pro Música de Rosario ha estado entre los grupos pioneros en la interpretación de músicas de la Edad Media y del Renacimiento.

Con la dirección de Cristián Hernández Larguía desde el comienzo, el Pro Música se instaló en el sitial más alto en la consideración general por parte del universo de la cultura de Rosario.

El Círculo, el máximo coliseo de Rosario, fue el escenario elegido para celebrar este miércoles el cincuentenario de la agrupación.

Mereció mayor cantidad de público. De todas maneras, los asistentes reconocieron esta rica historia con sostenidos aplausos.

La presencia de autoridades y dirigentes, entre ellos Mónica Fein, Juan Carlos Zabalza y Hermes Binner, significó además un oportuno reconocimiento oficial.

Con similar intención, el Pro Música recibió cartas de reconocimiento, que se leyeron en una pausa de la segunda parte del concierto. Entre las misivas, se mencionaron las de Antonio Bonfatti (gobernador de la provincia), Carlos López Puccio (integrante de Les Luthiers y director del Estudio Coral de Buenos Aires) y René Vargas Vera (compositor y crítico del diario La Nación), entre otros.

También hicieron llegar sus mensajes colegas y seguidores de Mar del Plata, Buenos Aires, Bélgica, Holanda, España y Brasil.

Para la celebración, se seleccionaron obras de Georg Friedrich Händel, el célebre compositor alemán luego nacionalizado inglés. Händel es uno de los máximos exponentes de la creación musical del barroco y el primero en utilizar la técnica de la homofonía. Vivió entre 1685 y 1759.

En la primera parte del programa, se escuchó a la Orquesta Barroca del Rosario, comenzando el concierto con la obertura de "Música para los Reales Fuegos de Artificio", obra orquestal compuesta por Händel por encargo del rey Jorge II de Inglaterra.

Con la participación de la soprano y solista santafesina Mara Scardino, la Orquesta abordó con precisión la cantata "Ah! crudel, nel pianto mío", una de las obras que Händel compuso para el lucimiento de las divas de su época.

El primer tramo del concierto se completó con la impecable interpretación de la sinfonía compuesta por las arias "Oh! cruel, en mi llanto", "De lo bello que el cielo te dio" y ""Como trofeo de mi constancia"; el recitativo ""No te negarás a amar" y el acompagnato "Relampaguea el cielo".

Luego de un breve intervalo, llegó uno de los fragmentos más celebrados por el público: el concierto para oboe Nº 1, en Si bemol Mayor, en donde brilló Luis Giavón como solista.

Al finalizar la obra, el director aplaudió efusivamente al solista y recordó que Luis Giavón, hace 30 años, había ejecutado ese mismo concierto con una Orquesta de Cámara, en esa misma sala.

Fue el tramo en que Hernández Larguía comenzó una serie de reconocimientos. Mencionó especialmente al concertino Rodolfo Marchesini, el primer violinista que preparó este y todos los conciertos de la Orquesta.

Manlio Paris, otro de los violines, recibió también la mención del maestro, quien recordó el descubrimiento mutuo en Venado Tuerto.

Algunos de los socios fundadores del Pro Música fueron invitados al escenario, en donde recibieron un presente recordatorio. Algunos aún integran el grupo, otros ya no forman parte pero estaban en la sala.

Más de cien personas han pertenecido al Conjunto, entre ellas Gabriela Cuscione, que aún lo integra y cumple diez años en el grupo y por esto recibió un especial reconocimiento.

Luego llegó la segunda parte del concierto, en la cual a la Orquesta Barroca se suma el Coro Pro Música Antiqua, para interpretar notablemente "Tres himnos de Coronación", música encargada a Händel para la coronación de Jorge II.

Fue tanta la adhesión que generó el concierto, que hasta se aplaudió donde no correspondía, hecho que los artistas celebraron sorprendidos.

Cristián Hernández Larguía, a sus noventa años, se mostró enérgico en sus movimientos, siempre erguido y apasionado al dirigir.

El Conjunto Pro Música de Rosario, al cumplir cincuenta años bajo su mando, dejó claro que su aporte a la cultura de la ciudad es fundamental e insoslayable.