Tomás Felipe Carlovich se alejó de la dirección técnica de Central Córdoba tras un torneo en que el equipo tuvo un desempeño irregular con algunas rachas positivas pero con un mal cierre de temporada.

Su contrato lo ligaba a la institución hasta el próximo 31 de diciembre y tras una reunión con los principales referentes de la Comisión Directiva, en el anochecer del martes, se le informó la terminación del vínculo.

El Trinche dirigió 15 partidos, ganó 5, empató 4 y perdió 6. Su equipo convirtió 10 goles y le anotaron 16 tantos.

Entre sus logros, sostuvo una racha positiva de 4 encuentros con 2 triunfos y 2 empates; volvió a vencer a Deportivo Morón tras 5 años (12 encuentros); retornó al triunfo como visitante tras un año (17 partidos); y cortó una racha de 8 años sin victorias en Mataderos visitando a Nueva Chicago, según destacaron desde el club. Sin embargo, de los últimos doce puntos sólo cosechó uno.

Carlovich estuvo acompañado por Juan Carlos Forla como ayudante de campo, Luciano Mancini en la preparación física y Marcelo Pereyra como entrenador de arqueros.

La campaña

La secretaría de Prensa de Central Córdoba realizó un repasó por la tarea de Carlovich, que resumió de la siguiente forma. El Trinche había arribado al banco charrúa luego de cumplir su función como manager general del fútbol a partir de enero de este año y tras la normalización institucional encabezada primero por el síndico Santiago Pezza y luego tras la constitución de la nueva Comisión Directiva presidida por el Escribano Jorge Cornú.

Tomás asumió como DT luego del alejamiento de Oscar Santángelo tras la derrota 2-0 en Junín versus Sarmiento. En un principio, el Trinche sería convocado como DT interino y así fue que se produjo su debut en la noche del 28 de septiembre cuando alcanzó un meritorio empate ante el ascendiente Tristán Suárez en el Gabino Sosa.

La recepción por parte de los hinchas que tuvo el debut del último ídolo charrúa en el banco y el buen desempeño ante uno de los candidatos de la categoría hizo que el Trinche dirija al equipo ante Acassuso en Platense con una derrota en los minutos de descuento.

Luego, el Charrúa rompió un maleficio de 19 fechas ante Deportivo Morón en barrio Tablada y en la fecha siguiente le torció el brazo a Almagro en José Ingenieros retornando a la victoria en condición de visitante tras un año.

En el regreso como local cayó ante Los Andes –muy cerquita de la finalización del encuentro y tras otra distracción defensiva– y en su próxima salida empató ante Defensores de Belgrano. Luego de este encuentro, Carlovich renunció, pero de inmediato fue ratificado por los dirigentes quienes le hicieron contrato hasta fin de año.

Con la tranquilidad de los papeles en regla encaró una buena racha. Primero con un empate ante San Telmo en una finalísima del descenso en Tablada, pronto llegó el gran batacazo de su ciclo en Mataderos versus Nueva Chicago y otro triunfo a Deportivo Armenio. El equipo armó una racha de 4 encuentros sin perder que ilusionó a todo el pueblo charrúa. La caída ante Flandria en Jáuregui por 3-1 en otra final por la tabla de promedios no hizo mella ya que a la vuelta se retornó a las mieles del éxito con el 1-0 frente a Brown de Adrogué en el Gabino Sosa.

La debacle llegó en las últimas cuatro jornadas. Tres derrotas consecutivas junto a un raquítico funcionamiento del equipo en el campo de juego hicieron dejar de lado el proyecto del Trinche a cargo del plantel y cerró su primera experiencia en la institución igualando en un tanto ante Temperley en la clausura del año y la primera rueda.