El acta de defunción del desaparecido rey del pop, Michael Jackson, ha determinado que su muerte fue un homicidio causado por envenenamiento.
La copia del documento, que consta de dos páginas -el propio informe y una corrección del mismo- apareció publicada en la página web del dominical sensacionalista británico "News of the world".
En dicha web se muestra que en el informe, fechado el 7 de julio de 2009, el juez de instrucción Cheryl MacWillie rechazó especificar la causa del fallecimiento.
Sin embargo, después de reunir más pruebas, el documento fue corregido el 31 de agosto de 2009 por el médico forense Christopher Rogers, quien determina que la muerte de Jackson fue un "homicidio", causado por un "intoxicación aguda" con el narcótico Propofol, introducido en el cuerpo del cantante mediante una "inyección intravenosa realizada por otra persona".
El rotativo afirma que la fiscalía emitirá una acusación de "homicidio involuntario" contra el doctor Conrad Murray, el médico que trataba al cantante, ya que admitió que proporcionó a Michael Jackson dicho narcótico así como otras drogas horas antes de su muerte.
Murray ha contratado ya los servicios de un abogado en caso de que finalmente se le imputen los mencionados cargos relativos a la muerte de Jackson, el pasado 25 de junio, lo que le convertiría de momento en el único imputado después de que el letrado Michael Flanagan eximiese a la enfermera que fue acusada equivocadamente de la sobredosis de Propofol.
Por su parte, la familia del cantante ha declarado que "mantiene su fe en la investigación policial", e insisten en que están seguros de que hay más de una persona implicada en la muerte de Jackson.
La copia del documento, que consta de dos páginas -el propio informe y una corrección del mismo- apareció publicada en la página web del dominical sensacionalista británico "News of the world".
En dicha web se muestra que en el informe, fechado el 7 de julio de 2009, el juez de instrucción Cheryl MacWillie rechazó especificar la causa del fallecimiento.
Sin embargo, después de reunir más pruebas, el documento fue corregido el 31 de agosto de 2009 por el médico forense Christopher Rogers, quien determina que la muerte de Jackson fue un "homicidio", causado por un "intoxicación aguda" con el narcótico Propofol, introducido en el cuerpo del cantante mediante una "inyección intravenosa realizada por otra persona".
El rotativo afirma que la fiscalía emitirá una acusación de "homicidio involuntario" contra el doctor Conrad Murray, el médico que trataba al cantante, ya que admitió que proporcionó a Michael Jackson dicho narcótico así como otras drogas horas antes de su muerte.
Murray ha contratado ya los servicios de un abogado en caso de que finalmente se le imputen los mencionados cargos relativos a la muerte de Jackson, el pasado 25 de junio, lo que le convertiría de momento en el único imputado después de que el letrado Michael Flanagan eximiese a la enfermera que fue acusada equivocadamente de la sobredosis de Propofol.
Por su parte, la familia del cantante ha declarado que "mantiene su fe en la investigación policial", e insisten en que están seguros de que hay más de una persona implicada en la muerte de Jackson.