Se terminaba el suplementario y Argentina debía sufrir hasta los penales con Suiza, pero Ángel Di María se convirtió en el héroe del equipo de Sabella en los octavos de final.

Messi se escapó de la marca de Ilner, superó a Schar y cedió para Angelito, que definió cruzado y por abajo para el 1-0. Festejo alocado y delirio de todo el plantel celeste y blanco en San Pablo.