Las características y particularidades de cada sexo hacen que el impacto de las bebidas alcohólicas sea diferente. En el caso de las mujeres, también tiene que ver la composición corporal, el peso y la altura. El abuso de las bebidas alcohólicas puede provocar serias complicaciones en el embarazo o en su situación hormonal que pueden repercutir -entre otros aspectos- en la aparición de problemas para tener hijos en forma natural.

"Partiendo de lo general, cuanto más joven es la persona que ingiere alcohol, mayores son los daños que se producen. Por eso, por ejemplo, se suele insistir tanto para que las mujeres que están esperando un bebé no tomen. Pues con los adolescentes sucede algo similar: debido a que sus neuronas no están del todo desarrolladas, son altamente vulnerables al alcohol", señala el doctor Eduardo Kalina, médico psiquiatra, master en adicciones.

No obstante, el también director médico del Brain Center sostuvo que hay otros motivos: "El sistema hormonal de la mujer es más sofisticado porque está preparado para, en un futuro, cobijar un bebé y dar a luz".

"Además, los estrógenos son hormonas muy sensibles a la acción del alcohol; y finalmente el cuerpo de los hombres es más musculoso y contiene más agua, condición que permite que el alcohol se diluya más dilatando o evitando la posibilidad de caer en estados de descontrol total", explicó Kalina.

Por todo esto resulta fundamental evitar que el consumo de alcohol se convierta en algo sistemático e incluso, con el correr de los años, en una adicción porque, yendo puntualmente al caso de las mujeres, el abuso de las bebidas alcohólicas puede provocar serias complicaciones en su situación hormonal.

También existe la posibilidad de que, por cuestiones genéticas, el beber constituya una enfermedad. En este sentido, se calcula que de cada 100 personas, entre 10 y 15 pierden el control de su condición y caen en el alcoholismo.

Esa pérdida de control puede generar, además, el consumo de otras sustancias adictivas entre las que se encuentran las drogas, así como también que las personas alcohólicas se vean involucradas en hechos delictivos o violentos ya sea jugando el rol de víctimas o el de victimarios.

"Más allá de las complicaciones puntuales o propias de cada sexo, lo importante es que la gente entienda que el alcohol es una de las sustancias más peligrosas y que los chicos dejen de lado esa moda actual de mezclar bebidas de diferentes gradaciones y tomar hasta el desmayo. Todos tenemos que se concientes de nuestras vulnerabilidades y evitar situaciones que pueden representar un peligro", concluyó el doctor Eduardo Kalina.

Fuente: Infobae