No dejó la sensación de ser un buen arquero en su paso por Rosario Central, sino todo lo contrario. El arquero colombiano Robinson Zapata jugó un solo partido en el club de Arroyito y fue un verdadero desastre: el equipo cayó 3-1 ante Arsenal por la primera fecha del Apertura 2004, una jornada antes del clásico ante Newell’s, lo que le valió la pérdida inmediata del puesto.

Después pasó por Independiente y Belgrano pero sin levantar demasiado el nivel.

Pero ahora, Zapata se convirtió en una pieza clava para el Cúcuta, el casi desconocido equipo de la frontera colombo-venezolana que esta semana quedó al frente del Grupo B de los Cuadrangulares de finalización del torneo colmbiano.

De regreso en julio pasado a su país, el también ex arquero del América y el Real Cartagena se incorporó al Cúcuta Deportivo y la semana pasada fue la gran figura en el triunfo frente al Huila, al salvar tres veces a su equipo en claras llegadas del rival.

El Diario Deportivo local estimó este jueves que Zapata, de 28 años y nacido en la ciudad de Florida, "con el correr de los partidos se fue convirtiendo en pieza fundamental para el técnico Jorge Luis Pinto, quien en muchas ocasiones había pedido insistentemente la contratación de un arquero de experiencia y recorrido".

“Desde que llegué a Cúcuta me puse metas como aportarle lo mejor de mí al grupo y con el trabajo y la ayuda de mis compañeros estamos logrando cosas importantes. Me siento en buen nivel. La competencia ha sido de un nivel alto y esto ha hecho que me exija cada día más”, declaró Zapata al mismo medio.